TENGO UN PROBLEMA DE AMORES
Si,
tengo un problema de amores y me acabo de enterar que no es solo mío, otras
personas y otros países también lo tienen con las mismas características, de manera que infiero
que no es exclusivo y allí voy: Es bien conocido entre mis amigos, mi afición por
la navegación a vela. La consigo romántica, científica, se requiere maestría, conocimiento
exclusivo, amor.
Es
una gran diversión donde se usa ropa y me subyuga el salir de la marina con mínimo
avante para no hacer mucho ruido, conseguir la boya verde de estribor y aproar
al puente de Key Biscayne. Poco antes del paso caemos a babor aproando al
viento y paro máquinas para izar la mayor con un par de rizos dependiendo de la
intensidad y cambio el timón hasta escuchar la detonación y apago todo, todo es
silencio, tan solo el murmullo senil del agua contra el casco, pero tengo un
problema de amores, si señor y es grave.
Pasé diecisiete años de mi vida a bordo y me enamoré de cada buque en el que serví, cada vez que me transferían a otro muy orondo y recio me despedían en el portalón y al manejar mi vehículo confieso que se me empañaban las pupilas y ni hablar de los cuatro buques que comandé eso si es amor del mas puro, pero mi problema de amor no es solo mío. Mi compañero Iván Boada, un oriental venezolano de San Antonio del Golfo, que por ser tan brillante se graduó en la Academia naval de Livorno en Italia, posteó el encuentro en el mar mediterráneo, entre el portaviones americano USS Independence y el buque escuela Américo Vespucio en 1960.
El
encuentro fue estribor con estribor y se comunicaron con señales visuales por
fanales. El buque americano le pidió con gentileza se identificara y el
italiano quien navegaba a todo trapo, o sea con todo el velamen desplegado le
informó que era el buque escuela de la Marina Militare Italiana. Se siguieron
aproximando y el inmenso buque de combate con mas de setenta aviones abordo
para llevar la libertad al último confín del planeta imponiendo el orden, solo
le observaba con admiración y le contestó por el mismo método marinero: ‘Eres
el buque mas bello del mundo’ y he caído en cuenta que mi problema de amores es
de todos los marineros.
‘La
mar dará al hombre la esperanza como los sueños al dormir’, escribió Cristóbal
Colón y no pido que entiendan este escrito que pudiera parecer cursi y halado por
los cabellos, pero es que Tucídides, el preceptor de la Guerra del Peloponeso
460 A de C, también escribió que ‘solo hay dos tipos de hombres, los que están muertos
y nosotros que estamos en la mar’.
Si,
tengo un problema de amores y no escatimo esfuerzo, cuando consigo en mi
derrota a un bello velero, decirle como el USS Independence al Vespucio: ‘eres
el velero mas bello del mundo’ y lo sigo con la vista hasta donde se pierde
para nunca más verlo.
Bernardo Jurado es escritor y oficial
naval retirado, porque nadie es perfecto.
Hay que volver a leer El espejo Del Mar de Joseph Conrad compañero
ReplyDeleteEl hombre del velero tiene la razón, ese Ivan tiene más cuentos que viajes para San Antonio del Golfo
ReplyDeleteSaludos cordiales Junior, mi querido colega amigo, te felicito por ese problema de amores...yo me tuve que divorciar de mi searay 28 Flamming speed desde 2014.... que no nevgo en pozuelos,.... cuando uno llega a playa por mar mas nunca llega por tierra..
ReplyDeleteExcelente!!!!!!!!!!!
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