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Tuesday, February 2, 2021

LA INTEMPERIE DE LA CRÍTICA

 

LA INTEMPERIE DE LA CRÍTICA

            Y llegué al aeropuerto de Miami la bella, con mi traje ajado y un collar de sucio en la que antes fue mi blanca camisa hecha a la medida por aquel sastre colombiano. Venía de un vuelo de American Airlines proveniente de Aruba, luego de cinco días de esconderme, me temo que ha sido el único viaje que he hecho sin equipaje.



            Al llegar estaba mi amigo Oscar, mitigando mis angustias y me llevó a comer la primera comida caliente en algún tiempo, a un restaurantito en Weston que tenía unas ocho mesas, lleno de motivos venezolanos y un televisor en el rincón arriba, con Globovisión en ráfaga y de repente comenzaron a hablar de mí, de los espías, porque somos varios y yo quería derretirme de la vergüenza y así se lo hice saber a Oscar y el con sabiduría tan solo me dijo: ‘estás en Estados Unidos de América, la cuna de la libertad y si yo llego a decir en este restaurant que del que hablan en la televisión eres tú, esta cuenta no me dejarán pagarla’

            Esa noche me llevaron a la casa de Carlos y Silvia, un socio de mis padres, quienes me dieron posada, coordinada por ellos desde Caracas. Un cuarto de huéspedes que parecía uno de hotel y allí tomé una ducha y me desmayé en la inmensa cama y no supe nada mas de mí, pero basta ya de tanta letanía que yo nunca me quejo, simplemente les ilustro que las personas asumen mi buena suerte y que todo me ha salido fácil y claramente es así, además debo agregar que tengo mucha buena suerte, tanta, que me doy cuenta que mientras más trabajo, más suerte tengo, ¿Qué raro, no?

            Ayer fue primero de febrero, fecha en la que llegué a estas tierras benditas hace quince años y es hoy dos de febrero que  caigo en cuenta que no hice lo de siempre: ir a la Ermita de la Caridad del Cobre, prima hermana de mi Virgen del Valle a agradecer y no es esto una excusa, pero es que tengo mucha suerte, perdón, tengo mucho trabajo y ya enmendaremos la falta autoimpuesta, porque el que agradece siempre le va bien y yo soy un profesional en agradecimiento, tanto que le agradezco a Chávez y los demás gusanos que me obligaron a tomar decisiones trascendentales.

            Me he mojado en la intemperie de la crítica, cosa que no me molesta luego de leer a Honorato de Balzac y otros pensadores de la conducta humana, también a la envidia, cosa que me halaga y así lo escribí en uno de mis libros, porque sin lugar a dudas la prefiero antes que a la lástima, de manera mis queridos lectores, que en esta mañana tan fría como el día en que llegué a reeducarme en Miami, solo me queda agradecer a la providencia que me ayudara a conseguir la mayor de las bendiciones la cual es una nueva vocación.

Bernardo Jurado es escritor y pertenece a ‘Jurado Grupo Editorial’ con representación en USA, España, Chile, Ecuador y Costa Rica, para escritores consagrados y nóveles.

 

6 comments:

  1. Bien dicho poeta, trabajo y más trabajo, pero te deseo Buena Suerte

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  2. Lograr el éxito a pesar de las dificultades es una demostración de fe, actitud positiva, perseverancia, agradecimiento y la bendita bendición de tener incondicionales Amigos. Recibe bendiciones. JVC

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  3. En verdad, prefiero la envidia a la lástima. Le deseo éxito y que Dios lo proteja siempre y más, nos dé la Victoria pronto.

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  4. En verdad, prefiero la envidia a la lástima. Le deseo éxito y que Dios lo proteja siempre y más, nos dé la Victoria pronto.

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  5. En verdad, prefiero la envidia a la lástima. Le deseo éxito y que Dios lo proteja siempre y más, nos dé la Victoria pronto.

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