SIEMPRE
TENDRÁS LA RAZÓN
Esperaré
el momento correcto para comenzar a hacer lo que quiero, esa idea cautivadora
de construir casas, urbanizaciones, poblar con tecnología parajes enteros de “casas
verdes” con células solares en el techo, con agua tomada de la humedad de la
noche con ese invento israelí, los desechos llevarlos a producir metanos para
uso doméstico de bajo impacto ambiental, sí, creo que podré hacerlo cuando
tenga unos dieciocho millones de dólares.
Siempre
he querido comprar un velero, me dijo Gustavo anoche y yo le dije que también “antes”
quería uno, pero mi problema es que me desvía de mis objetivos y planes,
requiere mucha atención, mucho cariño que si bien estoy dispuesto a darle, pues
no tengo mucho tiempo para dedicárselo, es como tener un hijo en este avanzado
momento de la vida, las cosas y la vida se manejan indefectiblemente en una
campana de Gauss para algunas cosas, yo tengo edad para tener nietos, pero no
hijos pequeños, el trasnocho, el cambio en mi vida social, el cambio en mi
casa, ¡todo cambia!, pero le pregunté ¿si
siempre has querido un velero, porque no lo compras?
-Debo
esperar aún a que el momento sea el correcto y me pregunté en mi mente ¿y cuál
es el momento correcto para Gustavo?, él sabrá, el tendrá sus propias cuentas,
pero como lo dijo Henry Ford y que es el motivo de este escrito que espero que
sea inspirador: “tanto si lo crees, como si no lo crees, en ambos casos siempre
tendrás la razón”
He
aprendido por ensayo y error algo que ahora está afectando a muchos venezolanos
y que es muy bueno, aunque a veces tan rudo y caro como tener un velero, me
refiero a la reinvención que procura el cambio de vida en el exilio y todo
comienza con una intención, un pensamiento, un deseo y a posteriori un plan y
todo eso se amasa en la mente, todo eso parece bello, y todo eso no podrá ser
hasta tomar una acción, una decisión, arrojarnos a la mar de la incertidumbre con
fe ciega, con riesgo y además disfrutarlo, sin el miedo paralizante y castrador
de iniciativas.
Escribí
mi primer libro con cierta timidez, jamás pensé que lo comprarían y con todo y
eso me arriesgué y ¡sorpresa!, mi editorial hizo una presentación y tuvimos
lleno total, por aquel año 2007, vendimos hasta el agua potable, fue divertido,
amable y descubrí que mi idea se había materializado y aprendí que el miedo
estaba en mi cabeza: ¿Qué puede pasar sino se venden mis libros? Pues nada es
la respuesta, pero ¿Qué pasaría si se venden como pan caliente? Y la respuesta
ya la suponen.
Queridos
lectores, lo que imaginen podrán lograrlo, solo deséenlo con fervor ciego, amásenlo,
manoséenlo en su mente y puedo asegurarles que hay fuerzas inconmensurables que
se alinean para que se dé. No obstante y con cierto humor negro, la vida nos
pone obstáculos que pueden ser interpretados como fracasos y también he
aprendido a darles la bienvenida, entendiendo que es solo una broma antes del éxito.
¡Gustavo,
compra tu velero!
Bernardo Jurado es el autor de ocho libros y “Director de Jurado grupo
editorial”
Felicidades, saludos y los mejores deseos en esta temporada de navidades y fin de año, y te reitero mi admiracion por esa fuerza de voluntad de la que has hecho gala y que tambien sana envidia te digo y de nuevo te felicito,,,y si la edAd ES FACTOR DETERMINANTE PARA MUCHAS ACCIONES VITALES EN LA AUTORREALIZACION DE SUEÑO Y DESEOS...UN ABRAZO Y FELIZ AÑO
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