EL DISCRETO
INSTANTE
Es
agresivo, dicotómico y hasta diría que desproporcionado, trabajar más de nueve
horas, salir de tu trabajo regular, vestirte e ir a un evento donde debes
parecer simpático y amable, pero siempre es una aventura, !Créanme!
Llegué
a la exclusiva tienda de pianos, la gente no cabía y decidí escuchar el concierto
privado desde afuera, porque las aglomeraciones me agobian pero el piano me
enamora y me senté afuera, frente al escritorio del manager de la tienda en
Coral Gables y llegó él, el manager a quien pedí permiso y nos pusimos a
conversar; un peruano simpático que hablaba inglés.
Me
contó cómo comenzó en todo esto de vender pianos a clientes exclusivos y de
repente me ponen la mano en el hombro: “vengo de ver a una escritora, me regaló
un libro y es tuyo”, me dijo con desparpajo. Cuando voltee era un periodista nicaragüense
que había conocido en una conferencia que tuve el honor de dar y le agradecí
con un fraterno abrazo. El dependiente de los pianos se quedó en una pieza,
porque este periodista es una personalidad muy querida y admirada.
Yo
siempre he tenido la ilusión de editar un libro que tengo listo, me dijo y no
es una casualidad que Usted esté aquí porque hablar con escritores me inspira.
Le entregué mi tarjeta y allí se enteró que también soy editor y su impresión no
fue normal.
El
discreto instante se trata de la aventura, precisamente de la impresión, del
asombro de haber pensado en algo que se traduce ante tus ojos como algo vívido,
fulminante, incandescente, es como explicar la alegría que es igual a estar
perdido.
Mis
horas son largas, pero preñadas de aventuras como estas, tal vez insulsas para
algunos, pero para mí significan mucho; ser escritor, pero más, ser editor es
como ser partero, nos convertimos en una suerte de padrinos de esos
pensamientos, que son lo más depurado de esa persona valiente que tiene la arrogancia
de poner su pensamiento en blanco y
negro.
La
vida me ha sonreído, no hay dudas.
En
la vida las oportunidades me llegan y no las dejo pasar, porque al final del día,
o mejor dicho, al final de la vida, que será más pronto de lo que quiero, todo,
se traduce en un discreto instante.
Navegante no hay camino se hace camino al andar...siga avante y disfrute de esos en cuentros de marino escritor y partero de ilusiones...
ReplyDeleteSi así llueve que no escape.
ReplyDeleteFelicidades mi querido Bernardo que sigan lloviendo bendiciones
ReplyDeletela vida para algunos es larga, para otros un cerrar y abrir de ojos (es decir, un instante). Gracias por haber sido parte de la formación y crecimiento de vida que tuve la honra y dicha de estar bajo su mando y conducción. Buen viento y buena mar en los instantes que nos quedan en este modo de vivir y ser feliz.
ReplyDeleteCreer es crear
ReplyDeleteNo es ver para creer como erróneamente nos enseñaron 😟
es creer para ver mi estimado
Check six!