EL LADRÓN DEL TIEMPO
No
se trata de estar muy ocupado, al contrario, se trata de la calidad del
agotable recurso, fíjate bien:
Las
personas de mi edad somos privilegiados, si, si lo somos, porque aún estamos aquí,
con salud, pero la gran mayoría sin calidad de vida y sigo explicándolo mejor:
algunos persiguen el poder a toda costa, sin darse cuenta que es ese el pasaje
expedito para la intranquilidad, otros persiguen a toda costa obtener dinero y
en ese grupo estoy yo, me encanta el dinero, tenemos una cariñosa relación de
amistad, pero alto, que eso no se te convierta en el único sentido de la vida
que se te agota a cada minuto. Las personas que han amasado fortunas, todos sin
excepción, en la vejez tan solo piden comprar más tiempo, sin entender que este
no se vende. Otras personas persiguen la fama y esa sí que es una carrera que
perderán muy pronto, pareciera que vamos bien en una buena parte del esfuerzo
pero al final, también van al mismo hueco jugando a ser quienes en realidad no
son, entonces ¿Qué hacemos? ¿De qué se trata esto del vivir?, recuerden que
este escribidor aún está aprendiendo a vivir, pero me temo que se trata de los
equilibrios. Nada de lo expuesto anteriormente me es ajeno, nada de lo descrito
aborrezco, por el contrario, pero son ellos, los equilibrios, los que nos darán
calidad y sigo explicándolo:
Con
mucho dinero pero sin salud, me temo que es un mal cociente. Con mucha salud y
fama, pero sin dinero, también. Con poder, seguramente con dinero, pero sin
tranquilidad que terminará quitándote la salud, tampoco me gusta. Prefiero algo
más apacible, prefiero algo más silencioso, cariñoso, alejado de la vista de
los envidiosos, tracaleros, mal vivientes, prefiero la literatura, prefiero
entonces el tálamo donde dejar correr las pulsiones.
Un
ladrón profesional del tiempo es la televisión. Perdemos horas haciendo
zapping, un anglicismo heredado de la práctica de pasar canales, tras canales
sin ver nada, perdiendo o más bien dejándonos robar tiempo y de paso debemos
pagar por los cientos de canales que no vemos, en vez de crecer con un buen
libro, uno que nos cautive, que colonice nuestra psiquis, que nos ponga a
pensar en el sentido correcto del crecimiento, que además potencie el lóbulo
prefrontal, que nos muestre la vida de los otros, para intentar acortar los
caminos hacia el buen vivir.
No
se trata de estar ocupado, se trata de disfrutar el tiempo del ocio y no
perderlo en el neg-ocio, del cual hable en mi libro ESCRITOS NOCTURNOS,
LECTURAS LAXANTES.
Meditar
es ganar mucho tiempo, rodearte de personas correctas, que coincidan con tus
valores y creencias, tener y cultivar viejas amistades, leer y entender que la
fe nos da bienestar, mientras el miedo o la negación de vivir en él nos reprime
y nos roba lo único que no podremos recuperar, el tiempo, el valioso tiempo que
ahora mismo pasa, mientras me lees.
¡No
te dejes robar el poco tiempo que te queda!
Bernardo Jurado es el autor de "Escritos nocturnos, lecturas laxantes" y ocho libros mas, todos a la venta en Amazon y las mas prestigiosas casas de libros de Miami y el mundo.
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