¿HA MUERTO ALGUIEN A BORDO?

¿HA MUERTO ALGUIEN A BORDO?

            Pensé que me conseguiría con un joven de esos sobrados, que creen saberlo todo, de esos arrogantes que se creen Robinson Crusoe, Horathio Nelson, Barba Roja, pero no, se acercó a mi vehículo, con una pinta de pirata del medioevo, sombrero de ala ancha gastado por el sol, lentes oscuros y me saludó con un abrazo cariñoso y amable.

            Él es un Capitán novel de su propio velero, un flamante Oday 28, que me parece una excelente nave y su padre, aterrorizado de la decisión de su hijo y que a la vez conoce bien la mar, por cuanto es mi colega muy admirado con el grado de Capitán de Fragata, me pidió que chequeara la más reciente locura y así, con todo gusto lo hice y fui hasta la Marina en Coconut Grove a conseguirme con este amable joven que pudiera fácilmente por su edad, ser mi hijo.

            A remos llegamos hasta el velero fondeado a unas trescientas yardas y ya conversábamos como viejos amigos, así es la gente de mar, todos estamos unidos por el líquido salobre de la amistad. Me quité los gastados zapatos de navegación y subí descalzo para no ensuciar, me causó una excelente impresión por los detalles marineros que solamente uno sabe hacer. Los cabos adujados, las guayas tensas, la cubierta más que limpia, pulida y dentro todo de la misma manera. Pude observar algunas botellas de whisky en su correcto sitio y me pregunte: ¿Cómo no va a haber whisky aquí, cuando se nota la dedicación de este Capitán?

            Le di las vueltas correspondientes a nuestra conversación pero hay algo que a veces me apena pero no puedo dejar de preguntar, porque lo lamento, pero los marineros abordo somos supersticiosos y le indiqué que en el mundo no hay ningún buque al que hayan llamado TITANIC, por esa ecotimia maligna del hundimiento más famoso a principios del siglo pasado y el ignorante (que nunca falta) que lo haga, deberá atenerse a las consecuencias y a la furia de Neptuno.

            ¡Buen barco este! Ya sé que no tienes mucha experiencia, pero tu Padre me ha pedido que te ensene y así lo haré. ¿Hay algún tipo de conchas marinas a bordo?, le pregunté, e inmediatamente este marino de buena actitud me contestó, no porque eso es pavoso y entendí que este joven se le parece al Padre.

            Quiero que sepas que con este barco podemos irnos a Italia cuando quieras, solo falta ajustar pequeñas cosas como es el caso del barómetro que no lo veo por ninguna parte, yo no navego sin uno y menos en las costas de la Florida.

            Otra cosa Fabio: ¿alguien ha muerto a bordo?

            Eso se lo pregunté al anterior dueño, que es una persona mayor que ha decidido que ya está bueno de tanto mar y por supuesto mis queridos lectores, ambos sabíamos el para que de la pregunta.

            La mar está llena de misterios encantadores que nunca terminamos de aprender y en un bordo impecable como el “Liquid Acid” de mi amigo el Capitán Fabio Alvino Roca, todo saldrá bien bajo la protección de la Patrona de los Marineros.