ESTADO DE
PERPLEJIDAD
Como
una gran broma tomaron mis amigos del café, aquello que les expliqué sobre mi
vida meditativa. Lo llevaron a España donde grabaron a aquel pobre mesonero escuchándoles
sobre esa teoría que para mí es una práctica que aplaca mi a veces mal humor.
Vivir
en actitud contemplativa, guardando los silencios, buscando adentro lo que
afuera el ruido te impide encontrar, creo que es lo correcto, pero hay un paso más:
cuando te asombras de lo que ocurre rededor, cuando prestas la debida atención.
Asumiendo
lo que a pie juntillas creo que somos, seres espirituales guardados en este
templo del cuerpo y no al revés (seres materiales con experiencias
espirituales), todo o casi todo puede asombrarnos, las cosas más simples nos
dejan perplejos y ocurren a cada segundo al lado nuestro, déjenme explicarlo
mejor: a diario doy gracias en el borde de mi cama porque amanecí, si, tenga
cuidado porque tal vez esa costumbre no se de mañana. A diario veo el amanecer,
ese sol que ilumina no solo al planeta sino el pensamiento de aquellos que están
listos y puede amanecer nublado y entiendo que la vida no siempre es brillante,
pero siempre bonita. Estiro mi cuello y elevo mis brazos al supremo orando,
agradeciendo, implorando paz y la actitud correcta para que el externo no
opaque mi entendimiento de mi propia fragilidad.
El
ego, el gran enemigo del que ya he escrito varias veces, nos separa a nosotros
los humanos, los puestos que logramos en algunos empleos nos hacen asegurar que
somos inteligentes y dejamos de vivir persiguiendo lo que para los otros y no
para nosotros, es el éxito. Debo confesar que no siempre fui ni somos
equilibrados y entramos al frasco del disgusto donde está el veneno que nos
matará. Vemos a personas cultas e inteligentes perseguir la fama o que el
votante les compre su infelicidad, para ocupar un puesto por elección popular y
dejar de vivir y disfrutar de la salud, el dinero y la familia. Con frecuencia
vemos a esas parejas de famosos divorciarse como si de quitarse la ropa
interior se tratara, luego de aquella pública besuqueadera en la alfombra roja,
donde sus formas juraban solidez emocional, pero las pruebas demuestran que no
era cierto y lo hacen por los demás más no por ellos.
El
vivir es una experiencia humana y por ende espiritual, guarden silencio, hagan
de su vida un ejercicio de templanza y entiendan que en el universo todo estuvo
y está unido, por hilos invisibles (de los que hablé en mi libro: “Escritos
Nocturnos” en un Capítulo entero)
Cuando
quedamos en estado de perplejidad ante la sonrisa de alguien, ante la normal
buena manera, ante la gentileza o el amanecer, estamos en el lado correcto de
la vida que nos toca vivir. Cuando por el contrario todas las anteriores son
exigidas como un derecho y no agradecemos, ese espejo que es la vida se empana
y oscurece.
Contemplación,
entrega, oración y por ende meditación y como resultado la perplejidad, son el
secreto del buen vivir.
Guarda
silencio y sonríe para la foto que el universo te toma a cada instante.
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