¿SABES CUANDO
TE ESTÁS PONIENDO VIEJO?
-Y entonces hijo, los trasnochos no
son buenos, como si yo nunca hubiese trasnochado y allí en ese instante me doy
cuenta que el trasnochador de mi padre me lo dijo.
Al espejo veo las cicatrices de la
vida social, también veo las de las risas y la de los amores inconclusos que a
Dios gracias sucedieron para que sea mejor hoy, además veo el costo de las
infidelidades, un costo que tuvo un alto precio emocional y por ello me he dirimido.
Decía García Márquez quien no es un
santo de mi devoción por su debilidad hacia la izquierda, por su amistad con el
diablo de Fidel Castro Ruz, que te das cuenta de que estás envejeciendo cuando
frente al espejo te estás pareciendo a tu padre y eso me hace debatir entre el
orgullo de parecerme a él y el pasado que cronológicamente supera el poco
futuro que me queda, porque siempre será poco.
También te das cuenta de que te estás
poniendo viejo cuando le dices a tus hijos las mismas frases que te dijeron.
Te estás poniendo viejo cuando
algunos amigos se adelantan al inexorable destino de desaparecer físicamente y
recuerdo a Rodrigo, amigo fraterno, cantante de mil bares, bolerista y abogado
en ese orden, quien murió solo en su habitación producto de un infarto y el bar
sigue alegre, siguen cantando sin él y a eso debemos remitirnos, tal vez por
ello escribo.
Viernes, luna llena, casi las diez
de la noche, la mar desde casa muy tranquila y yo en pijama, huyendo de las risas,
pero a la vez riéndome de no perder el tiempo y la energía, porque mañana hay
un almuerzo con escritores y un famoso escultor.
Mi Doris, la embajadora, ya ha
dispuesto todo, también me ha dictado sus instrucciones sobre el jardín: mover
ese matero, limpiar la mesa que está en la puerta, comprar los mariscos del
platillo que yo cocinaré y allí me asalta la pregunta: ¿y la servidumbre? ¿y
quién es el cocinero? ¿y yo cuándo me siento a beber un vino? por supuesto
todo eso lo pregunto en silencio, porque no soy tan valiente y es esa también una
señal de que me estoy poniendo viejo.
Por mucho, tengo una salud excelente,
la Doctora Doris me cuida como si fuera el Dalai Lama, pronto, mientras escribo
hará la pregunta: ¿ya te tomaste la pastilla?, mientras yo también hago mi
pregunta: ¿y la cena cuando será? Y por el poco movimiento de ollas que veo,
creo que no habrá cena, porque los viejos no podemos cenar tan tarde, ¿quién invento
eso?, me parece un abuso.
Mis queridos lectores, ¿saben cuándo
se están poniendo viejos?, cuando lo permiten, cuando normalizamos lo anterior,
por ello, dejemos que nuestros hijos vivan su propia vida, no demos consejos
sin que no los pidan, sigamos haciendo el bien, si no lo quieren no se tomen la
pastilla que nos recuerda la edad, por aquello que Cesar Borgia dijo: ‘’Lo que
no ha pasado al mediodía puede pasar por la noche’’.
Riámonos, riámonos mucho y no se
tomen tan en serio que esta fiesta aun no termina, si entienden que, de ella,
la fiesta, nadie saldrá vivo.
Feliz viernes.
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