LA RAZÓN
CONOCIDA DEL TALENTO
Ese sábado fuimos a desayunar en Low Road, en un restaurante venezolano donde venden empanadas. Un sitio limpio,
amable y eran cercanas las diez de la mañana.
A mi espalda se sentaron estos tres jóvenes
que aún no pintaban los treinta años y por su mal hablar parecía que hubiesen
salido ese mismo día de una cárcel.
Pedimos nuestro desayuno, café, jugo
de naranja natural, mientras mi esposa y yo nos veíamos asombrados de lo que escuchábamos: "marico, tú sabes que fulano se compró un carro"…y el otro le contestaba: "no
marico, el bueno es el de mengano"…y el tercero agregaba lo propio antes de cada
frase y así sucedieron dos rondas, hasta que me volteé y les dije: -Presten atención
los maricos, una grosería más y se van a tener que ir de mi restaurant, ¿entendieron
maricos?
Los tres jóvenes se me quedaron
viendo con esa indeterminación de entre la duda y el odio, en sus miradas se podía
leer la interrogante: ¿será este el dueño del restaurant o nos está timando?,
en la cara de otro, uno moreno con agresiva actitud, tal vez podía descifrar: ¿este
viejito o es muy valiente o al menos lleva una pistola de 9 mm escondida?, el
tercero ni pestañeó.
Ya yo tengo muchos años en los
Estados Unidos para argüir como muchos venezolanos a la historia y citar a Andrés
Bello, por ejemplo, me parece una visión de retrovisor, sin duda fue un buen
ejemplo de plena vigencia, pero ahora somos nosotros quienes debemos honrar el
lenguaje, el buen decir, el buen actuar y eliminar de la memoria reciente al
nuevo hombre de la revolución, estos muchachos nacidos bajo el gobierno de Chávez.
Caso más grave aún es el de las mujeres
en el uso de la misma palabra en femenino.
Ahora, ¿saben estos jóvenes el
correcto significado de esta palabra que aparece en mi viejo diccionario, también
en la RAE, y en cualquier sitio como Google o la IA?, pues allí voy, porque lo
que digas y yo agrego, lo que permitas que se diga, lo convertirás, es esa la traducción
de la frase del Arameo antiguo AVRAH KADABRA.
Que pena con ustedes, pero debo
aclarar esto: "marica: hombre homosexual y maricón: lo mismo, más persona
despreciable e indeseable".
Cada vez que camino por alguna calle
y hay un venezolano joven, está hablando de esa proterva manera. Los
venezolanos somos bien hablados y allí comienza todo, porque el lenguaje es la prolongación
del pensamiento, que a la vez es la prolongación de una emoción.
¿Saben cuál es la razón conocida del talento?, debemos remitirnos al maestro Cecilio Acosta: "Hablar y escribir bien, hasta hoy que Dios no ha cambiado al mundo, es la única razón conocida del talento".
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