ALUCINANDO

 

ALUCINANDO

Por: Carlos Romero

Escritor de Jurado Grupo Editorial

Como adolescente, escuché mucho la expresión calificativa “es una nota”, fue tanto así que hasta una canción decembrina comparaba a la virgen con “es una nota’’, para ese entonces era un imberbe ignorante, pero también puedo asegurar que era una persona sana y coherente en mis pensamientos, la expresión “es una nota” era una comparación equivalente a estar drogado y sentirse atónito fuera de este mundo, nunca la compartí, pero moda es moda.

Conocí personas que en ese entonces conocían y practicaban ese desagradable estado mental, lógicamente por efectos de drogas o estimulantes; ahora bien, nuestros más queridos actuales cronistas como lo son los youtuber, influencer y demás informadores famosos, han cambiado esta expresión por “alucinante” comparando todo lo bueno que puedas ver o escuchar con esta experiencia.

Solo basta buscar en cualquier enciclopedia: ¿Por qué se provocan las alucinaciones?, la respuesta es: esquizofrenia, depresión, epilepsia, tumores, consumo de sustancias e incluso en momentos de estrés o mucha ansiedad. 

Como pueden ver, nada bueno nos podría estar ocurriendo si sufrimos una alucinación, por ende, sería totalmente absurdo calificar una buena experiencia como alucinante, todo lo contrario, si sufriéramos por cualquier motivo de alguna, sería causa de preocupación definitivamente, se les suplica no usar más esta palabra para enaltecer las cosas, les aseguro que hay muchos vocablos capaces de expresar una idea fantástica mucho mejor.

Si usted realmente considera que tener una alucinación es perfectamente normal, o peor aún, que significa que usted está en el máximo de sus condiciones mentales, le aseguro que está equivocado, los drogadictos en sus peores momentos, los alcohólicos en su delirium tremens y cualquier persona que le suceda puede estar seguro de este concepto; “Una alucinación es una falsa percepción de los objetos o acontecimientos” o simplemente es un trastorno delirante.

 Por favor se les agradece a los que traten de calificar acontecimientos, objetos, experiencias y otras cosas buenas que a menudo nos ofrece la vida con otros adjetivos, no colocarle seudónimos incoherentes que no representan la esencia principal de lo calificado, es bueno a veces culturizarse un poco más y no utilizar palabras rebuscadas que, aunque suenen agradable a nuestros sentidos, no se ajustan al verdadero sentido común de las cosas.

Y por último, permítanme agregar que sería bueno no comparar las cosas extraordinarias de la vida con experiencias obtenidas utilizando algún tipo de estimulante, los que no consumimos este tipo de sustancias les podemos asegurar que ni la necesitamos, ni tenemos algún interés de vivir la experiencia, la vida es bella, hermosa, preciosa, linda, escultural, excepcional, asombrosa, sensacional, impresionante, insólita, sorprendente, totalmente real pero nunca alucinante.

 

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