HORAS OCIOSAS

 

HORAS OCIOSAS

            Todavía se dice que todos ellos morían a los treinta y seis años, vaya Usted a saber porque, pero era cierto, su padre y él mismo lo hicieron y sin permiso nuestro.

            Con una vida un tanto licenciosa, le habían tomado las medidas del traje que usaría en la cena dos meses después de llegar del periodo de caza, donde se comía opíparamente y al llegar, frente al espejo, se dio cuenta que el traje le quedaba un poco ajustado. Ya no había tiempo para arreglos y simplemente al soltar uno de los botones, se dio cuenta que la chaqueta caía con cierta holgura y elegancia y allí mismo, frente a su imagen reflejada, junto al estupor y pánico del sastre dijo: ‘a partir de hoy impondremos una nueva moda’ y asistió con el botón sin abotonar y todos nosotros, débiles mentales, usamos un botón desabotonado en nuestros trajes y esto se lo debemos a George Gordon Byron, mejor conocido como Lord Byron.

            ‘poeta del movimiento del romanticismo británico, considerado por algunos uno de los mayores poetas en la lengua inglesa y antecedente de la figura del poeta maldito. Debido a su talento poético, su personalidad, su atractivo físico y su vida de escándalos, fue una celebridad de su época’

            ‘Horas ociosas’ fue un poemario sumamente criticado por aquella Britania mojigata, y Byron, el admirado Byron, quien ciertamente murió  a los treinta y seis de malaria, escribió: “El mejor profeta del futuro es el pasado” y “El odio es la demencia del corazón”.

            El Chavismo en Venezuela, luego de dos décadas, me temo que no es ya el presente y me aterra que sea el futuro.

            Estos maltrechos y disminuidos comunistas saqueadores, son unos odiadores profesionales y por ello, todos mueren jóvenes y con plenitud de sus facultades, porque así sucede cuando las personas, los grupos, los países se conectan con la oscuridad, con la brujería, con las energías oscuras.

            Cuando una persona como Nicolás Maduro, pierde control sobre los mas elementales servicios básicos, el suministro de la comida, la gasolina y el gas, el empleo y la electricidad, mas todo lo que a usted se le ocurra, pues esa persona posee solo dos vías: o es un animal bruto o no trabaja, tiene demasiadas horas ociosas, como el poema de Byron. Como venezolano que indefectiblemente por ósmosis sigo el desastre, la hambruna, el holodomor de mi país, Venezuela, me temo que en el personaje prenombrado caben las dos con holgura, dejando espacio además para las malas mañas del mofletudo saqueador.

            Debemos recordar que, al no tener mayores talentos, él ha requerido de la ayuda nada despreciable de un ejército de lambareros que ya no saben si correr o encaramarse, ya no tienen  escapatoria, ya han saqueado públicamente todo y tienen las rodillas un poco raspadas de tenerlas en tierra en esa lisonja sistemática y degradante.

            Si, son unos vagos, incapaces, que deberán buscar en su momento una buena pala para cavar el hueco donde esconderse y de esa manera podrán argüir que tienen menos horas ociosas.

Bernardo Jurado pertenece a ‘Jurado grupo editorial’ para escritores consagrados y noveles.