EL MEJOR
ACTIVO
Y
llegan todos los de esa fauna de reguetoneros, narcotraficantes, nuevos ricos,
traficantes y mal vivientes y lo primero que hacen para mitigar su seguramente
hambre vieja, al tener un dinerillo, es
comprar pasivos, como carros de extremo lujo, una inmensa y gruesa cadena de
oro para igualarse, jeanes rotos de $400 y cosas así. Por el contrario las
personas que saben de dinero andamos en vehículos que pudiesen catalogarse como
modestos, vestimos lo mejor que la prudencia dicta y lo más seguro es que no
usemos joyas, porque todo eso debe seguramente estar invertido en nuestra páginas
de Ameritrade en acciones de la bolsa, ahora, yo no los critico, este artículo
no es para ellos, sino para Usted, porque los activos como bienes raíces y
acciones son una consecuencia, no un producto y paso a explicarlo mejor: solo
desde un pensamiento junto a una acción se pudo poner lo que ahora pesa unas
novecientas toneladas de aluminio a treinta y cinco mil pies de altura y eso es
por citar tan solo un ejemplo que todos conocemos. Solo desde un pensamiento,
una función de su mente, se pudo poner una computadora en cada hogar del primer
mundo, que de paso se encuentra conectada con el planeta y seguramente, al
menos yo, desde mi laptop que llevo a casi cualquier parte, manejo más información
que la NASA en los años sesenta. El mayor activo que poseemos algunos es la “mente”,
pero al igual que el avión o la computadora, si le incluye mala información no
puede esperar ramos de rosas, de manera que debemos hacer pequeñas cosas y
tener péquenos hábitos, como el tener cuidado con lo que la llenes, tener el hábito
de hacerla crecer permanentemente, porque además es ilimitada y educable,
entrenable y moldeable y con la cualidad de conseguir información que poseemos actualmente,
pudiésemos decir que su costo es marginal.
El
cerebro humano que se ha transformado parcialmente desde su existencia hace
unos tres mil años atrás, está diseñado para sobrevivir, pero al modificarlo
con información ocurre lo que he citado anteriormente, de manera que bombardea
tu cerebro de cosas que te lleven a tu objetivo, deberás hacer una dieta baja
en noticias que todas sin excepción son malas, de manera que deberás en esta
selva en la que vivimos poner a funcionar tu cerebro y por ende el conocimiento
que aprendiste de otros a trabajar para ti, porque ahora la sobrevivencia es de
otro estilo.
El
subconsciente es otra materia de la cual debes encargarte y educarlo porque él
es el que manda y tenemos el nada fácil método de la repetición y la visualización
para moldearlo, sobre todo cuando el sueño nocturno se aproxime y al levantarse
en las mañanas.
Con
una mente educada, un cerebro entrenado y un subconsciente amoldado a lo que
deseas, más una acción, obtendrás tu mayor activo, al agregar a esta ecuación un
deseo ineludible por cumplir tus metas.
Solo
piensa con fervor en lo que quieres, en tus metas y objetivos y podrás hacer
verdaderos milagros.
Bernardo Jurado es el autor de “Divinos, luego humanos” y ocho libros más,
todos a la venta en Amazon y las más prestigiosas librerías de Miami y el
mundo.
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