EL HAMBRE DE HENRY STEPHEN

EL HAMBRE DE HENRY STEPHEN

            León Tolstoy, escribió una historia realmente para meditarla, la tituló “La vida de Iván Illich” y narraba la aburrida vida de oficinista en aquella Rusia donde Iván odiaba su monótono trabajo, odiaba el transporte público al que se veía obligado a enfrentarse cada día, odiaba la casa que por imperativo se le había asignado y también odiaba a su mujer. Ya en su lecho de muerte, moribundo, su odiada mujer se encontraba sentada en su cama y en ese momento él abrió sus ojos, la miró fijamente y le pregunto: ¿Y si toda mi vida ha sido un error? Y expiró.

            Toda mi generación le conoce, le ha escuchado, le tenemos hasta cariño y admiración, el pertenecía a esa generación de artistas que nos influenciaron sin lugar a dudas y ha salido en un protervo y mal montado video casero que se ha hecho viral, junto a un adiposo militar vestido de verde cubano, pues, cantando su más icónica pieza musical, la más famosa, la que todos recordamos, esa que tarareamos: “mi limón, mi limonero” con una bolsa de algo en las manos.

            Les confieso que me cae bien el Señor Stephen, debe ser un individuo simpático, entrador y con cancha y al verlo, sonreí con aprecio, excepción hecha de que mi curiosidad se exponenció al verlo al lado del militar, hasta que dijo: “harina centinela, para la Patria” y yo estaba en mi oficina y pasé una gran vergüenza con mis compañeros de trabajo, porque de mi boca solo salió a viva voz la palabra: ¡mierda!

            Lo volví a ver, por aquello de que tal vez esté equivocado y ya advertido tan solo pensé el nivel de hambre que debe estar pasando el pobre Henry, el admirado cantante de los setentas y ochentas de mi juventud, para prostituirse de esa manera con esta dictadura solitaria, porque ¿se han dado cuenta de que la dictadura está absolutamente sola?

            Siempre pido a Dios que mis letras y mis ya muchos amables lectores contribuyan a que mi pensar nunca haga daño, pero esta noche me pregunto luego de ver el video; ¿Y si toda la vida de Henry Stephen ha sido un error? Hay que estar bien jodido para hacer eso ante el inminente derrumbe de los saqueadores, porque Henry posee la capacidad de internacionalizarse, de tener objetivos más allá de la harina “centinela”, pero desde la bondad puedo comprenderle, porque el hambre es como la muerte, ambas son individuales.

            Si acaso lo lees Henry, quiero que sepas que te respeto como artista, pero pasaste a engrosar las filas de los que ayudaron al desastre por un paquete de harina centinela.

Bernardo Jurado es el autor de ‘”La fragancia de la rebelión” y ocho libros más, todos a la venta en Amazon y las más prestigiosas librerías de Miami y el mundo.