EMOCIONES
POSITIVAS
Mi
Padre llegó como si fuera el editor de la novela: “Te la recomiendo
ampliamente, es una de las mejores obras que he leído últimamente”, me dijo
emocionado. Esa misma noche, después de la cena, comencé a leerle. Que mi
padre, un lector profesional, escritor sin igual, me la recomendara, era
suficiente aval para averiguar la calidad literaria.
El
psicoanalista de John Katzenberg, me inspiró sobremanera a estudiar la mente, a
tratar de entender sus vericuetos, a leer toda la literatura que en materia
emocional, mental y conductual, pasara por mis pupilas.
Ahora
mismo leo a Napoleón Hill y he conseguido en las palabras más sencillas que ha
podido el autor, entender al subconsciente. Un laico de estos estudios como lo
soy yo, sin formación formal en la materia, bien tiene que trabajar duro para
estudiar a los grandes intérpretes de la conducta, pero a lo que vamos hoy 2 de
Julio, día en que un hombre roto como Ernest Hemingway decide darse un tiro con
su mejor escopeta de caza.
“Recuerde
que su subconsciente funcionará siempre de forma voluntaria, al margen de que
Usted haga o deje de hacer algún esfuerzo, por influirle. Esto le sugiere que
los pensamientos relativos al temor y a la pobreza, así como los pensamientos
negativos, sirven como estímulo para su subconsciente, a menos que controle
esos impulsos y alimente su subconsciente con una comida más deseable” escribe
el Señor Hill en su obra “Piense y hágase rico”
Es
su decisión, su libérrima decisión, el dejarse influenciar por los fáciles pensamientos
negativos, el dejarlos instalarse en la más cómoda poltrona y permitirles que
se la rompan, se la estrujen y maltraten. Por el contrario, la literatura
emocional está saturada de técnicas fáciles y potables para lograr el proteico cambio
de la polaridad de negativo a positivo y no faltará quien me diga: ¿y si yo
quiero estar disgustado? ¡Y no pienso contestar a ese absurdo!
Continua
Napoleón Hill, arguyendo lo siguiente: “¡su subconsciente, no permanecerá
ocioso! Si no logra plantar deseos en él, entonces se alimentará de
pensamientos que llegarán producto de su propia negligencia”
¿Y
porque hablamos del subconsciente?; pues, porque es él quien manda, porque es él
quien decide, una vez que le hemos inoculado con buenas compañías, buenas
lecturas, buena música, buen sexo o cualquier cosa que hayamos podido digerir
por nuestros cinco sentidos, porque a mi juicio él es el sexto y más de algún psicólogo
podrá refutarme este aserto, pero yo no estoy compitiendo con nadie y además Usted,
amigo y respetado lector, no tiene ni debe creerme, al contrario, debe seguir investigando,
debe seguir creciendo, debe seguir ayudándose, para poder llegar al objetivo de
la vida de todo humano, el cual es ayudar a los demás, pero malas noticias, si
Usted no está bien, simplemente no podrá dar lo que no tiene.
Aprenda a
llenarse de emociones positivas, porque ellas, marcarán su vida, ellas evitaran
la desesperanza, ellas harán de la vida risas, amor, salud, dicha y paz.
Bernardo Jurado, es escritor.
Su mas reciente novela: Volando en el ataúd,
a la venta en Amazon.
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