MAYORÍA
APLASTANTE
Si,
ciertamente somos muchos de este lado, del lado al que considero el correcto,
porque si no, ¿Cómo creen que pertenecería a ese grupo?, ¿al grupo de la oposición?
Somos
mayoría, una mayoría aplastante así Tibisay Lucena diga lo contrario.
Veía
en esa búsqueda incesante de espiritualidad a un cura español que me encantó.
Es de esas personas que te cautivan por esa profundidad y esas respuestas tan
llanas y sinceras, fuera y a la vez lejos de todo modismo y si no te interesa
puedes dejar de verlo, pero hay cosas que no se discuten y allí voy: que al
agua se le denomine H2O, es indiscutible, es irrebatible. Que 3.1416 sea el
numero Phi, también ¿Quién puede ir en contra de ello? Que el Diablo exista lo
debaten aquellos echones arrogantes agnósticos que piensan que nunca morirán,
pero ese es su problema, se creen con la potestad de discutir lo irrebatible,
claro que existe el ángel caído, el maligno, el obscuro, el perturbador.
¿Saben
qué? Que Cristo y yo somos mayoría y cuando entendemos esto, lo demás vale
mierda, como dijera cualquier cubano de Hialeah, pero a lo que vamos mis amables
lectores: no he cambiado mi tenor, no señor, aquellos que me leen desde hace
tantos años podrán entender que el ser católico nada tiene que ver con la tontería
de aceptar a los que se acomodan de acuerdo a sus facilidades y paso a explicárselos
mejor con un pensamiento que viene a mi sinusoidal mente en este momento y como
es de esperar no recuerdo donde lo leí, pero me encanta: “las espinas pinchan
solo si se pisan, pero no si se besan”
Más
de un ignorante podrá decir: ¡Soy ateo absoluto, gracias a Dios y a mí no me
joroba nadie sin antes haber sido mi víctima! En cambio yo podría decirles que
esa dicotomía absurda de los decires nada tiene que ver con la inteligencia y
la ciencia, porque esta última, la ciencia, es tan joven que no entiende a la religión.
¿Saben
Ustedes quien es el portavoz de la asociación nacional de exorcistas en Italia?
Pues es el psiquiatra Walter Castoli, quien entendió lo predicho con meridiano
acierto.
En
el código de derecho canónico, en su aparte 1171, se habla de tratar con la
reverencia apropiada a las cosas sagradas y es en estos tiempos donde las cosas
sagradas son poco reverenciadas, siendo tan sencillas como la liturgia de la
comida en la mesa, el respeto a lo que representan los padres, al amor
matrimonial, a la fidelidad, pero tranquilos, eso cambiará, si entendemos que
la lujuria, la gula, la insidia por nombrar solo tres, forman parte de la
naturaleza humana, indómita e insubordinada y normalmente comandada por el
maligno. Por el contrario, si comprendemos que Cristo y nosotros somos una mayoría
aplastante, entonces ya sabemos que todas aquellas tentaciones que en lo
personal me subyugan, son susceptibles absolutamente de ser dominadas.
A
veces pienso que hubiese podido ser un buen cura, hasta que me veo al espejo.
Creo q no pertenezco al grupo de pensantes con buen humor. No entendí.
ReplyDelete