GRACIAS POR
SU SERVICIO
Fue
la primera vez que navegué a bordo del glamoroso catamarán cuyo muelle está en
Bay Side, aquí en la bella Miami. Me acompañaba una dama a la que quise mucho y
ambos estábamos encantados con el corto viaje hasta el fondeadero frente a South
Beach.
Yo
fumaba en aquellos años y antes de lanzarme al océano como todos, le pregunté
al Capitán donde podía prender un cigarrillo. Me indicó la popa y habían un par
de jóvenes que me veían desde hace rato, pero no con actitud retadora o
guapetona, sino con cierta duda.
Me
senté y uno de ellos se me acercó y me dijo: “I know you Sir” (yo a Usted le
conozco Señor) y creo que trabajamos juntos, ¿where? Pregunté yo, en Norfolk
Virginia, I was a sailor in CINCLANTFLEET under Admiral John Paul Reason
command (en el comando de la flota del atlántico bajo el comando del Almirante
J.P. Reason), oh yes I worked there, I was a Navy Captain from Venezuela.
Inmediatamente llamó al otro joven para presentármelo, no sin antes decirme que
era su hermano y que era Infante de Marina y había llegado de la guerra dos días
antes. La actitud del soldado fue de sumo respeto, nos dimos la mano y lo único
que me dijo fue: ¡Gracias por su servicio Señor!
Que
un soldado con experiencia real de combate, me dé las gracias por mi servicio,
antes que halagarme me abrumó, les confieso que sentí vergüenza, porque yo
nunca he estado en una guerra de verdad, pasé muchos años esperando, preparándome,
entrenando, pero nunca fui y doy gracias a Dios por ello.
Le
dije al joven, por favor, somos nosotros los que agradecemos tu servicio y el
riesgo de tu vida, para que podamos ser libres en esta, la mejor democracia del
mundo civilizado.
No
voy a seguir hurgando en la herida de la Venezuela decente que hoy se encuentra
abrumada y avergonzada con lo que ha pasado con el funcionario Oscar Pérez,
hecho muerto de manera cobarde, asesinado a mansalva, con maldad y saña junto a
sus compañeros de aventuras y con toda humildad, con todo respeto, a mí me enseñaron
que no se debe ser cruel con el combatiente rendido. Oscar Pérez calculó que
sus enemigos eran hombres de honor como él y no es así, nunca ha sido así. El líder
de esta barbarie, ahora muerto jamás fue leal, se acobardó como lo relata con
contundencia la evidencia histórica de lo acontecido en el Museo Histórico
militar el 4 de Febrero cuando el golpe, de manera que cabe la inmediata
pregunta: ¿Por qué tendríamos que pensar, que sus subalternos, rastreros como
los que más, podrían ser hombres de honor?
Dejémosles
descansar en paz a Pérez y sus valientes hombres, pero no nos permitamos
olvidar el sacrificio que hizo por la libertad de ese país secuestrado por los
pillos saqueadores.
A
sus familias, a sus ahora huérfanos hijos, a todos los venezolanos de bien,
solo les digo que como hombre de armas, hago llegar en mis oraciones a sus
almas, la frase: ¡GRACIAS POR SU SERVICIO!
Saludos Jr, estimado amigo...y que fue lo que hizo el difunto Pérez??...sencillamente volo un helicoptero sobre Caracas(dios me dio la oprtunidad de verlo en el apto de mi hija en Terrazas de Club Hipico)y mostra en el vuelo carteles del desacuerdo con este regimen....y ahi está---difunto, asesinado...algo distinto no se puede esperar de estos dizque herederos del cobarde difunto insepulto bien muerto en el CDLM, hay que recordar el 4F y despues el 11abr...cuando le lloro al Hdez Dominguez(mi Jefe en la Div de Investigaciones en Colinas de Bello Monte) en La Orchila
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