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Thursday, August 29, 2024

CUENTOS DEL MAR, FONDEADO FRENTE AL FUERTE

 

CUENTOS DEL MAR

FONDEADO FRENTE AL FUERTE

 

Son las 17: 22 del viernes y ya estoy fondeado a unas trescientas yardas al oeste del centro de Nassau, pero frente al Fort Charlotte, lo que implica estar frente al puerto de cruceros donde alguna vez atraqué y de donde salió esta idea de venir nuevamente en solitario y en mi bordo, porque no pienso perderme este atardecer frente a la historia.



Probablemente esté prohibido fondear aquí, de hecho, soy el único velero en el área y ya vendrán las autoridades bahamesas a advertirme. Por lo pronto lo veo, allí, lidiando al tiempo, erigiéndose y violando la erosión y el Blue Book, ha tomado una posición paralela a la orilla de la playa, como si él también quisiera verle en todo el esplendor que aun, luego de casi tres siglos, sigue manteniendo.

Fue construido por los ingleses, o al menos con tecnología y diseño inglés porque fue el gobernador de Nassau que pertenecía en el siglo XVIII a Gran Bretaña, el famoso Lord Dunmore, estamos hablando específicamente del año 1789 y se llama Charlotte como muchos otros fuertes en honor a la esposa del rey Jorge III. Yo no quisiera que llamaran con el nombre de mi esposa un fuerte lleno de militares dispuestos al combate, me temo que para mi gusto sería como mal poner su nombre, además de no considerarlo honorable sino una suerte de lisonja, pero así eran las cosas en aquellos tiempos.



El fuerte fue erigido en una colina y tiene como terreno o lo tenía, unos cien acres. Actualmente se encuentra en el West Bay Street como les dije en el lado oeste, pero se puede llegar a él, a pie desde el centro de la ciudad. Exactamente en este punto, en esta posición donde estoy fondeado, lo hizo una flota británica para tomar por la fuerza Nassau e instaurar la paz, la ley y el orden, de acuerdo a los ingleses que de alguna forma fueron los que incitaron a la piratería y les funcionó, mientras los piratas le entregaban parte de sus botines, hasta que estos, los piratas, sacaron la cuenta de que no tenían que hacerlo y las tropelías, asesinatos, robos y saqueos, se salieron de su control, pero a lo que vamos, que Fort Charlotte, desde aquí se sigue viendo imponente y me lo imagino con sus cuarenta y dos cañones originales.



En el fuerte, seguramente sus muros nos dirán que también hubo ejecuciones. En sus bodegas subterráneas se guardaron tesoros. Desde sus más altas paredes y guarniciones, se puede observar buena parte del este de la isla y posee hacia el oeste la totalidad del control visual contra cualquier incursor, cuyo velamen le delatara en la distancia.

Me voy a medianía a izar una bola negra de tela que informa a quien me vea que estoy fondeado. Por si acaso tengo lista en la driza de estribor mi bandera de señales "Foxtrot" que traduce en la mar: tengo avería, como una excusa pasajera ante las autoridades. Realmente no vine aquí a mentir, sino a ver la historia que he estudiado por años.

Un buen baño con agua de mar, sí, me tiraré al mar no sin antes lanzar un cabo por popa, por seguridad.

La tarde se pone, nadie me ha visto, es viernes en Bahamas y todos están felices, inclusive yo. Ya mañana zarparé y me iré a la marina.

Al caer la noche, que será pronto encenderé mis luces de fondeo, pero como me separa el muelle de los cruceros de la tierra, nadie me verá y dormiré plácidamente, porque ya aquí no hay piratas, solo yo.

En Fort Charlotte pasó de todo, hubo dinero, muerte, sexo y también amores inconclusos.

¿Recuerdan a Tucídides, el perceptor de la guerra del Peloponeso? aquí les dejo algo que mueve e impulsa este viaje: "La historia es un incesante volver a empezar".

Mañana será otro volver a empezar, cuando recorra las calles, los viejos edificios, el fuerte, la iglesia de 1609 y vea en los ojos de los lugareños, el orgullo de su pasado, la alegría del presente y la esperanza del futuro.

 

www.juradogrupoeditorial.com

 



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