TIENE QUE SER VERDAD

 

TIENE QUE SER VERDAD

            Así es, esto tiene que ser verdad, porque como pasa con frecuencia, siempre hay personas que saben más de la vida de uno que uno mismo y de paso lo escriben en un libro, así que yo presumo que tiene que ser verdad.

            Buen centimetraje me dedican y yo lo agradezco, porque la publicidad siempre será buena, venga de donde venga y como Dalí lo escribió: ‘No es necesario que el público sepa si estoy bromeando o estoy serio, al igual que no es necesario para mi saberlo’

            El autor escribe lo siguiente: ‘Bernardo Jurado era uno de esos compañeros de promoción de los cuales me había alertado la Sra. Tamara de Carrero’, y esto tiene que ser verdad porque lo escribió José Luis Santín Puertas en su libro ‘Cárcel o exilio’ y bien lo conocí y lo recuerdo como un hombre serio, profesional a carta cabal, hombre de familia y un profesional naval de comando, al menos puedo garantizar que habla dos idiomas y siempre fue un estudioso de la táctica y las operaciones, pero a lo que vamos que esta sí me gusta de verdad, porque si me ponen al frente a la Sra. Tamara no podría reconocerla y confieso abiertamente mi mala uva por las damas opinadoras de las carreras de sus esposos y más aun sus subalternos, pero insisto que esto tiene que ser verdad.

            ‘Jurado siempre había sido un oficial refinado, culto, de buenos modales y exitoso en su carrera también’ y esa me gusta más, claro que sí, nada más alejado de mi intención que ser un chusma, procaz, burdelero y mal comandante de buque y continúa José Luis diciendo: ‘Tenía alcurnia. Su padre era Capitán de Navío retirado, su tío Vicealmirante, ex comandante de la Armada y ex ministro de la Defensa. Estaba casado con la sobrina de otros dos almirantes retirados…Yo era simplemente el hijo de Antonio y Carmen. Nuestros méritos profesionales eran similares en el papel, la diferencia era que uno tenía pedigrí y el otro no. Su descortés actitud para conmigo, por esas cosas del destino se repetiría dos años más tarde’

            Ya basta que no puedo aguantar más halagos, más lisonja y mi agradecimiento se desborda, gracias mil veces José Luis Santín y recomiendo a mis lectores comprar el libro, además como escritor valoro mucho la valentía de alguien que se atreva a escribir sobre un tema tan gris, tan insulso y con ese dejo de resentimiento que confieso yo no tengo, porque como lo dijera Savater: ‘El resentimiento es el aval moral de la envidia’, pero buenas noticias para todos: estoy retirado en cuerpo y alma de la Armada y si al escritor le parece que fui desatento, me parece bien, porque debe ser verdad y me temo que no es él el único que opina así, infiero que deben haber otros.

            Hace un par de décadas tenía en mi biblioteca a bordo, la obra ‘El Príncipe’ de Nicolás Maquiavelo, pero comentado por Napoleón Bonaparte y recuerdo aquel artículo donde el Emperador Francés subrayó: ‘Qué iluso es Nicolás’ lo mismo podríamos argüir con respecto a la obra de este autor.

Bernardo Jurado es el autor de ‘La fragancia de la rebelión’ y ocho libros más, todos a la venta en Amazon y las más prestigiosas librerías de Miami y el mundo.