DESPUÉS DEL
NAUFRAGIO DE ANOCHE
Si,
la tempestad fue como ninguna otra, el ruido atronador de los bramadores de la
latitud 40 y las cuadernas, las pobres cuadernas de mi viejo barco, se retorcían,
gruñían, me temo que también lloraban ante la fuerza de la naturaleza.
Terminó aguantando, pero maltrecho y llegamos al fondeadero, trasnochados, cansados, pero a salvo, porque entre el buque, sus sistemas y nosotros, pudimos naufragar sin perder la vida.
Yo
vine a este país después de un naufragio, me refiero a los Estados Unidos de América
y cuando me hice ciudadano, la oficial me preguntó si estaría dispuesto a empuñar
las armas para defender a la democracia y sus instituciones y mi respuesta fue
inmediatamente positiva, claro que estoy dispuesto.
Observo
a algunos compatriotas venezolanos acudir al descredito del sistema, acudir a
la confiancita esa que tanto nos ha quitado, refiriéndose por ejemplo al presidente
Donald Trump como ‘el catire Trump’, como si fueran compadres fraternos. Citan
a Hilary Clinton con epítetos vergonzosos
y a Joe Biden con peores e instalan la duda sobre la contienda electoral y es
probable que tengan razón o tal vez no, pero déjenme explicarles como es la
cosa antes del naufragio.
En
este bendito país, al que bien conozco, por haber servido en sus fuerzas
armadas, por haber sido condecorado por los servicios prestados, por haber
vivido en al menos cuatro ciudades diferentes en tres de sus estados, tenemos
un impecable sistema de separación de poderes que funciona, esto no es el
estado paternalista, egocéntrico, monotemático y cuasi monárquico que se instaló
en Venezuela, debemos recordar la salida del Presidente Nixon por ejemplo, en
el caso Watergate, llevado a cabo por un par de periodistas jóvenes, pero a lo
que vamos, que todavía el barco se mantiene a flote: si acaso el Presidente
Trump no ganó la contienda, me parece natural y si acaso Biden tampoco la ganó
pues de igual forma o ¿es que acaso no vamos a elecciones para determinar quién
fue el más votado?
Me
temo que debemos ver las cosas con escepticismo, confiar en el sistema y
permitir que las instituciones funcionen para beneficiar a la democracia. Por
el contrario, si el gobierno federal, llegare a averiguar que hubo fraude,
turbulencias, malos tiempos, corrientes adversas y escollos procurados, pues
con mucho gusto ya veremos a los funcionarios salir de sus oficinas esposados
para enfrentar a la justicia en la que creemos aquí, en la justicia que asume
que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario.
Por
el momento, a los venezolanos que creen que proyectando su poca fe en el
sistema, a ellos que toman como una personal afrenta que no ganó el candidato
de su preferencia y que protagonizan la instalación de la duda, les recomiendo
que se devuelvan y disfruten de la viveza, del protagonismo electoral, del puestico
que le ofrecieron, de esa actitud irreverente y apasionada contra la democracia
que les hace sacar al vehemente dictador interno, mientras yo prefiero guardar
silencio y confiar en este antiguo sistema.
Bernardo Jurado
es el autor de ‘La fragancia de la Rebelión’ y ocho libros más, todos a la
venta en Amazon y las mas prestigiosas librerías de Miami y el mundo.
Tal cual Bernardí 👌 la bien Clarita, como siempre y ante todo esperando con confianza que el trabajo sea completado ... desagradecer anticipando conceptos no es propiamente ser fiel a esta Mansión a la que fuimos bienvenidos.
ReplyDeleteAyer comenzó la Mente enlatinada del sur, a decir qué hay fraude. Ese es nuestro sistema pobre de creencias que no nos hace evolucionar como sociedad y mantenernos fondeados en la época paleolítica por siempre!
ReplyDeleteAcertado en todo.
ReplyDeleteExcelente aporte en estos momentos de incertidumbre . Felicitaciones.La prudencia ,es la mejor práctica .
ReplyDeleteExcelente!!!!!!!!!!!
ReplyDeleteLa voz de la razón. Gracias!
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