FELICIDAD
DE PARPADEO.
Es
como se decía en una obra de Shaw, “como el alegre vergel de la cerveza”, si, mañana
se nos pasa y tendremos que lidiar con la resaca. Con frecuencia pienso que
emborracharse es como enfermarse, en el proceso, durante la farra y luego de
ella, nos sentimos morir, es desagradable, nos enemista a veces, en el cien por
ciento de los casos nos hace cometer pendejadas.
Bernard
Shaw, (me encanta llamar con mi nombre al único que ha ganado el Oscar de la
Academia y al Nobel de literatura), porque él se llamaba “George Bernard”, pero
vaya usted a saber porque publicamente decía que odiaba el nombre George,
probablemente por el Rey Jorge, pero eso no me interesa. De un humor genial,
era odiado sobre todo por los intelectualoides y teatreros, por cuanto les deshacía
con ponzoñosas críticas, pero con conocimiento de causa, pero a lo que voy: una
vez recibió una carta cuyo contenido tenía una sola palabra: IMBECIL; la abrió
frente a todos y tan solo exclamó: “qué raro, normalmente todas las cartas
traen un mensaje y algunas vienen sin firma, pero esta ha traído solo la firma
sin mensaje”
Odiaba
a Churchill y este a él y ¿Cómo no iba a pasar, si ambos eran ajenos a este
mundo chusco? Y se presentaba la premier de “Pigmalión” y Shaw le mandó dos tickets con una nota: “Le
mando dos tickets para que pueda traer a algún amigo, si acaso le queda alguno”
a lo que Churchill respondió: “lamento no poder ir a la primera función, iré a
la segunda, si acaso la tiene”
Siendo
un intelectual, además dramaturgo, una dama que intentaba ser actriz pero cuya
presencia, fisionomía, fenotipia, no la ayudaba, porque estaba catalogada como
la mujer más fea (y me la imagino como Delcy Rodríguez, tal vez), le llegó a preguntar:
¿maestro cree usted que yo soy la mujer más fea de Inglaterra? Y él contestó
con histrionismo: ¡de ninguna manera…..del mundo!
Latinoamérica
está llena de imbéciles, si, de muchos de ellos, tal vez yo sea uno también, al
no ver la realidad con antelación, ¡pero muchos, son muchos!
Les
encanta alguien que les acomode a palos, que les quite sus derechos para tener
una excusa, que les maltrate para poder dar lástima y seguirse quejando, para
luego sublevarse sin éxito, deprimirse y así sucesivamente, arguyendo luchas
sociales de lado y lado, porque ese consideran
su deber, ¡que ilusos!
Shaw,
el autor que nos ocupa hoy dijo: “cuando un hombre estúpido hace algo que le avergüenza,
siempre dice que cumple su deber”
Sigan
atentando contra su prosperidad, sigan aplaudiendo y destrozando con los pies
los que otros hemos hecho con las manos y más aun con inteligencia y espero que
este escrito no les guste, porque habré cumplido con mi deber, porque me avergüenza
tanta estupidez. Latinoamérica toda no sirve, porque sus pobladores son, serán y
se sienten orgullosos de sus comportamientos y borracheras del tercer mundo de
donde no quieren salir, disfrutan revolcarse en el alegre vergel de la cerveza.
Es
una efímera felicidad de parpadeo.
Bernardo Jurado es el autor de "La fragancia de la rebelión" y ocho libros mas, todos a la venta en Amazon y las mas prestigiosas librerías de Miami y del mundo.
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