VENDE
INTELIGENCIA
Fueron
métodos hindúes y árabes los que le dieron la cresta de la fama en materia de
inteligencia porque debes vender inteligencia para comprar el asombro. Me
explico mejor: la inteligencia se deriva en una o varias opiniones con respecto
a tus posiciones intelectuales. La inteligencia es la manera holística de
resolver problemas de diferente índole, con éxito, pero el asombro…ah!!! El
asombro, este es una intuición de aquellos que pueden aprender contigo y todo
es un truco de magia, es una suerte como lo dijeran los ilusionistas.
En
el Norte del África, aunque Usted no lo crea, sus conocimientos crecieron
exponencialmente en matemáticas y aritmética y luego de años de investigación,
luego de disciplinados, ¡muy disciplinados! años, pues se convirtió en lo que
ahora es, pero pocos saben del inventor de los números que rigen nuestra vida
toda, me refiero e Leonardo Fibonacci, ¿escuchaste hablar de él?, fue el que
descubrió la sucesión matemática, pero también, entró a la geometría, la
aritmética comercial, que me encanta, y los números irracionales que me
recuerdan a Nicolás Maduro por aquello de lo irracional y algo de suma
importancia, ayudó a desarrollar el concepto del cero y me volví a acordar de
Maduro por aquello de lo nulo.
Vende
inteligencia y yo le agregaría también cultura y memoria y comprarás en tus
escuchas asombro, ¡mucho asombro!, por el contrario, en estos tiempos de
revolución, pareciera que está de moda no saber de nada, no profundizar en
nada, parecer chistoso por su ignorancia, tratar de vender que el
desconocimiento es una virtud y de paso da buenos dividendos, -hablando de la
aritmética comercial- al llegar por obra y gracia de la providencia a regentar
los destinos de un país y de una idea fallida.
Fibonacci,
también conocido como Leonardo de Pisa, por aquello de que las personas usaban
como apellido el sitio de dónde venían (Jesús de Nazaret, por ejemplo), fue
considerado el más talentoso matemático de la edad media y uno de los
preferidos de reyes y cortes. En el año 1202, completó el ábaco, ¿lo recuerdan?
En 1225, o sea 23 años después, terminó en libro del cuadrado y la escuadra
basado como lo dije antes en el desconocido para el momento, sistema Indo-árabe.
Ya he escrito del llamado número áureo, el número
de Dios. El numero perfecto. Ese número
1.618 es el perfecto para cualquier cosa en la naturaleza, para el vuelo de los
aviones, para las alturas metacéntricas, para el sitio correcto de los pétalos
de una flor, para el apareamiento y paso a explicarlo mejor con una pregunta: ¿sabes
cuál es el cociente entre el ancho de tu nariz y el de tus labios?, ¿sabes cuál
es el cociente entre las hembras de un panal y los machos?, pues es 1.618, pero
las reglas se rompen a veces y deterioran el universo. ¿Sabes cuál es el
cociente entre un burro y Nicolás Maduro?, pues es solo uno (1), son lo mismo y
lo demuestra en cada oportunidad en que abre la boca.
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