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Friday, November 16, 2012

AMBAS LUCES DE UN VAPOR

Fueron muchas noches insomnes de mar y sal. Creo que al final de la ecuación solo puedo igualar a la frase que con frecuencia he dicho a mis colegas de la Marina “Me divertí mucho” y creo que continuo haciéndolo cuando recuerdo esos bellos anos. Del Almirante Cristóbal Colon, solo le sobrevive una lapidaria frase, que coincide con lo que digo: “La mar traerá al hombre la esperanza, como los sueños al dormir” y es que al final es eso lo que buscamos la gente de mar, la esperanza y el sosiego de sabernos tan pequeños en la inmensidad que nos hacemos humildes a la fuerza. Las personas creen que tenemos mucho tiempo cuando navegamos, porque nadie les explica que los buques no duermen, que los buques de guerra están en eso, en una permanente guerra y entrenamiento, en el estudio sistemático de las tácticas de los países con experiencia en el combate y en la adaptación a las plataformas propias para asegurar en esa suerte de benchmarking que puede acercarnos a la certidumbre de hacerlo bien al salvar mayor cantidad de vidas. De noche, allá afuera todo es distinto, no hay referencia visual alguna lejos de costa y todo es tan relativo como la vida misma y por ello poseemos luces que le permitan a otros saber de nuestras intenciones en un lenguaje solapado pero a la vez dado tan solo a los locos soldados confinados en que nos volvemos y todo pasa en silencio, todos entendemos todo y es tan rápido que nos salvan en el mejor de los casos y con buena visibilidad tan solo tres escasas millas náuticas de distancia antes del desastre. Tanto las luces de posición, como la de alcance poseen esa cantidad de candelas como medida lumínica, que nos amenaza con la inmensa energía cinética que sin freno se nos aproxima. Al ver ambas luces de posición, la roja y la verde, tenemos la certeza de que el contrario viene en un rumbo de colisión que debemos romper en una sencilla cuenta matemática y caeremos a estribor (a la derecha) esperando que el haga lo mismo, pero esperando, siempre esperando y ¡eso es terrible! Estoy observando con detenimiento la aproximación inexorable de un inmenso buque negro al que le puedo ver en este mal tiempo, nítidamente, sus dos luces de posición, lo que me hace inferir que está muy cerca y que seguramente colisionará con lo que queda de país. Esta nueva e ilegal ley de comunas, estos conceptos de grupos comunales, estudios comunales hechos por estúpidos comunales, ¿no les suena a comunismo? ¿O es que acaso la analogía lingüística castellana requiere de mayores estudios? Yo no se quien lleva el timón, creo que nadie lo sabe pero debemos conseguir a ese timonel que comandado por negación tome la acción de girarlo unas dos cuartas a estribor para dejar pasar al pestilente buque negrero lleno de los esclavos de Stalin, Marx, Lenin y otros que jamás pudieron, por inaplicable, hacer del comunismo un buen sistema de vida.

1 comment:

  1. El tercer verso de Tomas Grey es premonitorio para las circunstancias actuales de nuestra Patria Venezuela:

    I

    Si ambas luces de un vapor,
    por la proa has avistado,
    debes caer a estribor,
    dejando ver tu encarnado.

    II

    Si da el verde con el verde,
    o encarnado con su igual,
    entonces nada se pierde,
    sigue su rumbo cada cual.

    III

    Si a estribor ves colorado,
    debes con cuidado obrar,
    cae a uno u otro lado,
    para o manda a ciar.

    IV

    Si acaso por tu babor,
    la verde se deja ver,
    sigue avante, ojo avizor,
    débase el otro mover.

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