UNA IRA DIGNA
Ya Séneca escribió sobre ella, también es catalogada como un pecado capital y yo me pregunto desde este burladero: como será la ira de los chavistas, cuando confirmen el destino común de los mortales, en la persona de lo que Elías Jaua,(el Vicepresidente de la República), llama “Su líder máximo, el Comandante Presidente”. El Canciller, el inefable ignaro, Nicolás Maduro, se refirió hoy en los medios, mandando todo el amor y los mejores deseos. Adán, (El hermano) dice que se está recuperando a pasos agigantados. El Ministro de la Defensa, hace lo propio, pero con una lisonja uniformada de verde, en este día del Ejército…pero la pregunta: recuperando de que?, cual es el diagnóstico?, porqué razón tendría que ir hasta la Habana su ex esposa María Isabel?, porque un hombre que tiene un avión allí mismo, con todos los recursos a su disposición, no se viene a su país?.
Un individuo, enfermo de EGO, megalómano y con desorden bipolar, como lo es Hugo Rafael, no puede aguantar la pulsión de salir en los medios, así sea para decir tonterías y resulta que hoy al cumplirse el centésimo nonagésimo aniversario de la Batalla de Carabobo y día del Ejército, mandó un mensaje por twiter?
Yo entendería que a los chavistas (desde la dignidad de los pocos que la tienen), les diera ira….si, una digna ira, porque ahora que harán?, quién pagará la pensión sin trabajar?, quién asumirá, sino Chavez, el desfalco de la nación?, si se nos muere iremos presos y eso da ira, mucha ira, porque yo pensaba que esta fiesta sería hasta la victoria siempre y resulta que la triste realidad es que la gente se muere, (Tascón, Lina Ron, William Lara, Clodosvaldo Russián, Muller Rojas).
Que cosas con la ira, es un mal manejo emocional, tóxico, que en el mejor de los casos, puede catapultar y hasta somatizar como enfermedades terminales en el único cuerpo que tenemos, precisamente, por no dominarla, y yo me vuelvo a preguntar desde el burladero: es que acaso Hugo no es iracundo?.
Tiene doce anos peleando, saqueando, insultando, maltratando, vejando, intrigando, espiando, acusando, destrozando vidas, que otrora sirvieron al país, pero que para el, no sirven y por ello, las destruye, las deteriora, las pisotea.
Algo huele mal en esta novela, ya son quince días para hoy y esto me gusta, si, me gusta la incómoda posición de los voceros del Gobierno que no saben ya, como actuar ante la desgracia del “Comandante Presidente”.
Con la misma intensidad, me preocupa el silencio opositor, quienes esperan la oportunidad de inserter la saeta en el momento correcto, no obstante, mi recomendación, es atacar como manera de defenderse y doblegar la voluntad de combatir del adversario político, en un momento crítico para el país, cuando a todas luces la ventaja de la insertidumbre y la sorpresa del destíno les saluda, ante los impávidos ojos de los asustados e iracundos adeptos al mayor fraude que ha sufrido la nación.
Se supone que en noche de viernes, debería escribir algo simpático, aleccionador y divertido…que cosas con la ira y los ciclos humanos que están por concluir?.
Se ruega corregir la palabra incertidumbre...gracias
ReplyDeleteUn presidente era iracundo de pronóstico a comienzos de la década 2000; inclusive dicen que en sus ataques de cólera arremetía contra muebles y macetas de su morada presidencial, lo cual era grave, porque eran parte del patrimonio nacional, pero como estaba rodeado de jalabolas socialistas, no le decían nada para no aumentar enojo. Luego, parece que a un presidente le empezaron a dar litio (que los cursis de siempre llaman "lithium", para hacerlo parecer más fino...). Le daban eso para calmarle las rabias (o arrecheras, como se dice en Maracaibo), y tras eso no agarró tanto ataque de ira, y hasta se puso gordito como Tobi, el de "La pequeña Lulú".
ReplyDeleteAristóteles decía que había una ira justa, y parece que el mismo sto. Tomás de Aquino le seguía en esa cuestión. A mi la ira me molesta mucho: en mi y en los demás. Así sea justa, es violencia, y la violencia entraña un peligro que es mejor ahorrarse que arriesgarse a tomar.
Por otro lado, sin ira no tendríamos guerras, así que también le debemos mucho (eso no lo pensaría un pacifista, pero una persona normal sí).
Ojalá que a un presidente se le calmen sus iras y piense en el bien de la nación, no en que le digan sí a todo. Aristóteles decía que los malos gobernantes caían en desmesura y eso era lo que caracterizaba a la tiranía, que a veces precisamente se mostraba en los ataques de ira de los tiranitos. Es una lástima que los antiguos no tuvieran litio. Habrían tenido menos "tiranos" de los pesados, y los que hubieran tenido habrían sido más gorditos. La humanidad quizá habría podido ser más amable. En fin...