QUIEN NUNCA HA TENIDO COSAS

Yo los comprendo, son hijos de la escases y el desorden, de la indigencia y el mal gusto y no los descalifico, los dibujo desde el corazón, porque el hambre no solo es física, con pasmosa frecuencia el hambre es espiritual. Si yo fuera comunista, me sentiría absolutamente discriminado, porque al humano lo único que debemos hacerle es prohibirle algo, para que se convierta en una suerte de obligatorio objetivo. Me refiero específicamente al furibundo ataque que siempre tienen contra los Estados Unidos de América, la cual es la economía más grande, la máquina de combate más perfecta, la democracia de mayores y mejores libertades y eso ¡da mucha rabia! ¿O es que acaso no se han dado cuenta que Fidel Castro y su hermano Raúl, quisieran, como cualquier abuelo, ver la inmensa sonrisa de sus nietos al pisar nuestro Disney World? ¿Se han fijado en el dolor que eso significa?, ¿se han dado cuenta de que sus seguidores también lo sienten? Hay cosas que los comunistas y sus prisioneros se imaginan, pero nunca llevarán a cabo, como es el caso de que Hugo Chávez, jamás ha ido a un mall. Intentó sin éxito obtener la visa norteamericana y le fue evidentemente negada por su pasado delincuencial y violento. ¡y eso vuelve a dar mucha rabia!, pero sus mujeres y las amigas de sus mujeres pueden, con suerte, pasar inadvertidas y venir a moler el fruto de la revolución. En aquel experimento conductual que hacía mi viejo profesor en la Universidad, donde sentaba en la silla a uno de sus alumnos y teniendo al menos una docena de pequeñas sogas al hombro le preguntaba: ¿tienes una casa?, si y le amarraba una soga y ¿un carro?, dos carros y le fijaba dos sogas. ¿Muebles?...y por cada cosa material que tenía, amarraba y amarraba. Una vez terminado el ejercicio le pedía al alumno que se levantara y caminara y evidentemente las cosas que le amarran a la vida no le permitían ser libre. Eso es exactamente lo que les ocurre a los comunistas. Se van amarrando a esa suerte de castrada secta satánica que terminará indefectiblemente devorándolos y borrándoles de la cara la sonrisa y bajando sus pulsaciones cardiacas porque ya nada les emociona, nada les ilusiona, nada les complace y por ello se convierten ellos en los coleccionadores de los escrotos de los otros que aun sonríen. Ellos, los comunistas envidian la prosperidad norteamericana pero nuevamente los entiendo, a alguien debemos culpar de la inaplicable ineficiencia de la igualdad social que ellos aman, porque no saben como tener cosas que les amarren y les haga sentir mas y esa es una vía cómoda de tener sin trabajar y por ello defienden la repartición de lo ajeno, hasta que abren su cuenta en el Bank of América o el Wells Fargo, el Chase de la 41, ¡que importa!, lo importante es mostrar a algunos amigos con problemas de doctrina, en su país de origen, el carnet de identificación del club prohibido, o sea la tarjeta de débito que les acredita como personas con menor nivel de resentimiento, con aceptación y con inteligencia. Me decía el profesor Márquez, en mis anos de estudiante universitario, que su pasado guerrillero y violento en aquellos confusos anos 60, persuadidos y enamorados por el “sex simbol” del momento, Fidel Castro, les hacía unos sonadores en esa juventud inocente y que “un comunista joven, es un sonador, pero un hombre maduro comunista es un estúpido” y yo estoy de acuerdo, en cada uno de ellos, hasta en el mas químicamente puro, hay un pensamiento delincuencial y a la vez dictatorial, porque como lo llegó a escribir George Orwell: “No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución, se hace una revolución para establecer una dictadura”. Ante lo anteriormente dicho, si Ud. concuerda, debemos hacernos algunas preguntas: ¿Por qué tendríamos que permitir la llegada de estos debilitadores del sistema democrático que defendemos?, ¿será porque somos democráticos? ¿O tal vez somos pusilánimes? Quiero aclarar a los pusilánimes de la oposición venezolana, que la democracia permite absolutamente todo, dentro de la ley y por ello, estos individuos y grupos de ladrones del futuro de nuestros hijos, saqueadores de fortunas petroleras, tergiversadores de la historia patria, violadores de las leyes y lavadores del dinero del narcotráfico deben ser sujetos del hueco social que el delincuente sufre, porque la verdad es que no quisiera que me vendieran la píldora de que ellos son adversarios políticos, no. Ellos son eso, saqueadores de la cordura de todo un país dividido, no por una doctrina sino por un pensamiento delincuencial y bizarro. Pero les invito a que leamos cosas que nos hagan crecer poco mas, en uso del humor, que siempre es de inteligentes. En aquellos anos en que el admirado bardo Andrés Eloy Blanco era el Presidente del Congreso, había un Senador muy fastidioso que vivía para hacer loas a las virtudes de su esposa, de una manera superlativa y exagerada. Andrés Eloy, además de fino, culto e inteligente poeta, era un humorista natural y por ello contestó en un momento de exasperación al Senador lo siguiente: “…Senador, quien nunca ha tenido cosas/ y cosas quiere tener/ le parece una gran cosa/ la cosa de su mujer” Seguro estoy, que fue sacado de contexto, el comentario que nuestro Alcalde Luigi Boria hizo en el mes de Julio próximo pasado cuando era Concejal, en referencia a que este País que nos cobija, debería cerrar un poco la puerta a los indeseables miembros del Partido socialista unido de Venezuela (PSUV). Inmediatamente fue atacado por los lisonjeros y lambareros conciliadores de oficio, que juegan a ser mediadores entre Dios y el diablo. Alcalde, le relevamos de la responsabilidad y le felicitamos, al ser participes de su comentario que es un pensamiento generalizado en la comunidad. Entendemos esa suerte de corrección política y forma que se deben guardar, pero que bueno que nuestro representante está claro que no permitiremos, que vengan a destruir el sistema que defendemos, trayendo a esta bendita ciudad los capitales que con displicencia, deshonestidad y corrupción han forjado, para restregarlos en la cara de quienes cumplimos la ley y defendemos las libertades democráticas. Desde el lado humano, les comprendo. Ellos, los comunistas “nunca han tenido cosas y cosas quieren tener” y yo agregaría que deben trabajarlas o en este país de leyes las pueden perder.