UNA MAMA DE PALO

UNA MAMÁ DE PALO Se ha determinado que los hombres mentimos mas que las mujeres y que mentimos mas a otros hombres que a las mujeres y que ellas son mas dadas al chisme que nosotros (¡aunque se han visto casos!). Pasé por París a presentar mis respetos al nuevo Presidente y luego fui a ver a mi compadre, sin previo aviso y me consigo con Carla, su esposa, dándole como es de suponer el sano consejo de que tenga mucha paciencia, toda vez que ahora Nicolás estará como león enjaulado en este merecido retiro. Me pidió que esperara a Sarkozy, que había ido a comprar el periódico, pero ya me había citado en Madrid Juan Carlos y hablamos como es de suponer de las inmensas narices de los elefantes, también de la nariz de Pinocho cuando miente y de esa manera transcurrió la tertulia, entre tapas y vinos, narices y mentiras. En Venezuela somos expertos lectores de verdades vedadas, medias verdades, suposiciones e inferencias, mentiras al fin y al cabo que quedan por escrito en las redes sociales y que al descubrirse nada pasa. Esa es la costumbre, propia del derecho británico. El cáncer del que preside, es una inferencia, nada comprobado oficialmente. Izarra, el Ministro de información, nos dice que sabe más que Bocaranda, el periodista certero y que inexplicablemente nos trae sin pudor a la realidad. El Ministro de la Defensa no es narcotraficante. Nunca antes habíamos sido tan felices, la inseguridad es una sensación. Los apagones son una suerte de sabotaje cruel de la buena gestión que solo puede hacerse en socialismo y que de paso, tal palabra no existe en la Constitución. La escases se presenta por la mala gestión de Agro isleña, esa cruel compañía capitalista que cobraba por sus servicios y que gracias a la revolución hemos expropiado. Es mas divertido el malecón de la Habana que Disney World y como todos saben, ser rico es malo. Maldonado es un héroe porque ganó la Fórmula uno que pagó el gobierno a razón de sesenta y nueve millones de dólares imperiales, sacados de esa PDVSA que muere lentamente y que solo resucitará en socialismo y ahora con tan solo cinco anos mas de Gobierno, podremos decir con propiedad que veinte anos no es nada. Pinocho, de Carlo Collodi es uno de los libros infantiles más famosos del mundo. En 1880 apareció por primera vez, y tres años después se publicó en forma de libro; desde entonces, todas las madres regañan a sus hijos por sus primeras mentiras de la misma manera: "¡Mira, tu nariz, está creciendo!". Tierna y conmovedora historia de un muñeco de madera y sus andanzas. Escrita con amenidad, encierra una gran lección. La historia de este títere de madera, autoconsciente, que aspira a convertirse en niño, dió lugar a uno de los primeros mitos de la historia de la literatura infantil, con la que todos nos criamos y siempre en este estúpido ejercicio de la inferencia venezolana, debo preguntarme: Si Pinocho es de madera, entonces su Mamá ¿no es también de palo?.