EL POZO DEL
ORO
Me
preguntó el periodista: ¿y de donde sacas el tiempo para escribir, si trabajas
todo el día?
Yo
le miraba con gratitud y le respondí.
Otro,
mi amigo Miki Mata, gran locutor y regente de la emisora “Aquí Kendall” me lo
dijo hoy otra vez, arguyendo que lo hago porque fui militar y la disciplina es
un hábito y nada más alejado de la verdad que eso.
No
se puede ser escritor con pensamiento en cuadrícula, al contrario, esto es arte
y requiere de la flexibilidad. Pero les digo un secreto: soy un desordenado
para los estándares de mi madre y por ello mi apartamento es todo blanco, para
observar los detalles que puedan haber en esa suerte de quirófano donde vivo.
La
verdad es que lo de escribir es un hábito como el fumar, como el dormir siesta,
como ver la televisión a una hora determinada o hacer ejercicios, déjenme que
se los explique mejor, porque aparece en este párrafo la dichosa relación valor
por valor que mueve a todos los humanos por igual y lo haré con una anécdota que
leí hace ya más tiempo del que recuerdo: a principios del siglo pasado, en
plena depresión económica en Estados Unidos, apareció la fiebre del oro que requería
una licencia para la explotación. El improvisado minero, con cincel y martillo
logró conseguir una veta y sacó todo lo que pudo hasta que pensó que perdía su
tiempo al no tener una excavadora. Se devolvió a Minnesota de donde era; y con
dinero de la familia y amigos compró una. Excavó y excavó hasta que se cansó y
vendió todo a un dependiente por unos pocos dólares y este buscó a un ingeniero
de minas que a los dos días consiguió a un metro de distancia de donde se había
parado el minero, lo que se llama en el argot del oficio “el pozo de oro”
Cuando
se consigue una exigua veta, se debe excavar hasta el final, hasta el pozo, de
lo contrario, solamente podrá hacer unos pocos dólares.
Lo
que quiero ilustrar con esta anécdota es que si acaso es Usted un escritor, un
pintor, un escultor, poeta o cantante y disfruta del oficio, posee la confianza
suficiente para entender que su talento es la veta y que tendrá que trabajar
duro hasta el final y que a la vez no sabe nunca a que distancia del pozo del éxito
se encuentra, pues simplemente disfrute el camino, disfrute de la excavación,
disfrute del ejercicio del oficio, hágase un experto, invierta muchas horas en
pensar como hacerlo mejor y más fácil, pero nunca se detenga, porque pudiese
Usted estar a un metro de conseguir lo que busca.
No
siempre estarás inspirado, pero siempre deberás ser disciplinado, ordenado,
consistente y además deberás sonreír cuando las cosas no te funcionen como
quieras, porque es un indicativo de ir en la dirección correcta. Ensaya, practica,
inventa; y recuerda siempre, que los problemas no existen; solo hay soluciones
que aún se encuentran ocultas.
Saludos Bernardito, que te encuentres bien....
ReplyDeleteque hagan como tu...que con un gen de escritor fue la veta que encontrase u las excavado y llegaste a tu poxo del oro,,,,creo en la causalidades....y lo que te paso producto de la ignominia contra ti del difunto bien muerto e insepulto en el CDLM, te llevo alla....desde hace como una docena de años...y amigo...ESTAS VIVIENDO!!! con todas las circunstancias y variables intervinientes, pero estas VIVIENDO..mejor que aqui...