EL VEHÍCULO
DE MI VIDA
Por: Alberto
Lovera Osío
Hay tres máquinas
que me apasionan y son, en orden de intensidad: los aviones, los carros y las motos.
Como
envejecer trae como beneficio más tiempo para reflexionar y ver las cosas desde varios ángulos, me di cuenta de que
podía hacer un símil de mi vida comparándola con un vehículo y los invito a
tomarse algunos minutos de descanso y me permitan compartir con ustedes este
pensamiento.
Lo
primero es determinar que vehículo nos gustaría que fuera nuestra vida y
déjenme decirles que, para mí, la elección no fue sencilla porque tuve que ajustarte al millaje que tiene mi vida
(Cuántas millas tengo ya recorridas y cuantas me gustaría acumular hasta el
final) y que pueda cambiarlo, pero eso sí,
teniendo en cuenta que sufriría una inevitable depreciación y que compensarla con las experiencias
aprendidas.
Ahora
la condición: Si ese vehículo estuviera medio destartalado como suelen gustarme
para poder restaurarlos, no me serviría ya que no tendría tiempo para detenerme
a repararlo porque fallaría a menudo y no sería muy confiable. Decidí entonces ajustar los parámetros y me
dije a mismo que; un deportivo me daría la tentación de correr mucho y yo creo
que corrí bastante, un sedán no me permitiría llevar a mi familia y a mis
selectos amigos conmigo y así decidí
entonces que mi vida sería un SUV moderno, pero no vanguardista y con algunos
toques vintage, con asientos plegables adicionales, cómodo y con muchos
aditivos de seguridad para que en caso de accidentes tenga protección adicional.
Pasemos
ahora a lo importante que es manejarlo bien y para eso necesité ajustarme bien
al asiento del conductor porque espero que sea un largo viaje y quiero que sea
lo más cómodo posible. Ajusté el espejo retrovisor y aquí quiero extenderme un poco.
En nuestra vida el espejo retrovisor es una pieza fundamental, porque si bien
el parabrisas que representa el presente
y el futuro camino que nos espera, es más grande, no es menos cierto que el
espejo retrovisor, que aunque muchísimo más pequeño, representa el pasado y
tenemos que saber interpretarlo.
Si
vamos en la vida demasiado despacio, el pasado nos alcanzará y terminará arrollándonos
y por el contrario, si corremos demasiado, es posible que dejemos muy atrás al
pasado y nos adentremos a un solitario camino en el cual, si nos sucede algún
percance, no contaremos con la experiencia y apoyo de lo que ya aprendimos para poder salir bien librados.
También
los espejos retrovisores laterales son importantes ya que en algún momento de
la vida debemos hacer un giro lateral o una vuelta en U y entonces podremos
estar seguros que la vía esté libre del pasado y podremos evitar que este nos
choque. Cambiar de canal o rumbo en la vida sin, como dice el dicho “Sin ver
para Atrás” es por lo general muy riesgoso
y suele traer consecuencias muy negativas.
Para
terminar, como toda máquina requiere mantenimiento, tomémonos ese tiempo para
planificar nuestro mantenimiento, cuidar de la apariencia del vehículo y no
dejar que los pequeños choques y rasguños se acumulen hasta el punto de que el
vehículo ya no pueda andar más. Tu vehículo debe estar siempre en perfectas
condiciones para tomar la vía que eliges y llevarte sano y salvo a ti y
quienes te acompañan en tu vehículo, incluso a nuestro destino final.
Si
eres de los que piensa que estás palabras no aplican en tu caso porque tú no
manejas o no sabes manejar, lamento decirte que entonces que, si tú no eres capaz de manejar tu vida, está
probablemente será, corta, triste y solitaria.
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y elige tú también “El Vehículo de tu vida”
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