PELLIZCANDO
EL VIDRIO
Ella
estaba en Guadalajara y el Comandante cantaba una ranchera que le escuchó por
vez primera en un “Aló Presidente”, no podía ver al mariachi pero le escuchaba.
Todo era afable, divertido, se sentía absolutamente absorta y relajada,
absolutamente plácida, mientras aparecía su marido en el sueño. Él estaba allí,
en el sueño, no había ninguna duda, escuchaba a lo lejos su voz, era algo extraño
pero a la vez divertido, laxo, distendido. Esas cosas que ocurren en la mente,
pasó repentinamente, vestida de Gucci, a caminar por la Quinta Avenida de New
York, ahora escuchaba a lo lejos a alguien que tapaba la voz de Nicolás en
inglés y pensó: no hay dudas estoy en New York, porque para ella, todos los
Estados Unidos, son New York, hasta que sintió el codazo en las costillas y
despertó.
La
audiencia estaba escasa, volteó, Nicolás seguía frente al micrófono, los socios
de Bielarus, se habían retirado y recordó que antes del sueño había más gente,
se quería ir al hotel, quería descansar después del agotador viaje con todo ese
ejército de lisonjeros que no le daban descanso y pensó en aquellas cabañas “Mi Pasión” ¡donde había sido tan feliz!, nadie la
conocía, no tenía preocupaciones, solo las económicas en aquella época de
aprietos producto de la cuarta República.
Ya
el discursito lo ha escuchado demasiadas veces, sabe que su marido está
mintiendo, falsificando, edulcorando las estadísticas y hasta su familia, en
secreto le ha dicho, si, su familia que aún es humilde porque no se puede ni se
debe ayudar a todo el mundo, sobre todo a los que se quejan por cualquier cosa.
Yo
sé-dice Cilia- que las cosas no van bien, pero la lealtad de la gente, de este
pueblo que sabe que la revolución es el camino hacia nuestro bienestar, (el
nuestro solamente), ayudará al triunfo y a la perpetuidad de Nicolás y podremos
venir a New York cuantas veces podamos de acuerdo a la agenda de las Naciones
Unidas y a las trifulcas que podamos armar para venir. ¡Es rico New York! Y puedo comprar sin límite
de gastos para lucirlo ante las patas en el suelo que me envidian.
La
presencia de la delegación venezolana en la ONU, fue por decir lo menos vergonzosa,
porque no es que Maduro sea tonto, sino que no deja pasar una sola oportunidad
para demostrarlo. Multiplica los panes por penes y su sola mofletuda presencia
causa estupor.
María
Gabriela Chávez, la autora del atentado con el codo, jugaba con su celular
comprado en USA y nadie escuchaba, ni siquiera hacían la pantomima, porque ella,
la Kardashian tropical no vino a prestar un servicio, sino por los servicios
prestados por su Padre muerto.
Estos
guindajos que juegan a la política, sin formación alguna, se preguntarán porque
nada les sale bien y es que simplemente es imposible pellizcar un vidrio, como es
imposible y notablemente probado a nivel mundial, que el socialismo, venido
siempre en comunismo sea aplicable.
me gusto la apologia de pellizcar el vidrio...he tratado y nunca lo he logrado...y si hay alguna astillita de cualquier cosa salgo medio herido...saludos y cuidate...
ReplyDeleteBien hilado y aún mejor las imagenes mentales de la interefecta recibiendo el alerta principesco y vuelta a la vida de su duermevela, rescatada a codazo limpio de sus bostezos oníricos
ReplyDeleteBien hilado y aún mejor las imagenes mentales de la interefecta recibiendo el alerta principesco y vuelta a la vida de su duermevela, rescatada a codazo limpio de sus bostezos oníricos
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