EMPACA TU PROPIO PARACAIDAS
Por
los servicios prestados mas no para prestar un servicio, he visto con estupor
que la Jueza Susana Barreiros, quien se especializa en dar saltos al vacío,
será nominada para ocupar el Consulado en Chile. Digo nominada porque se
requiere el placet del país anfitrión para que ella pueda ejercer el cargo.
La
prenombrada jueza, posee la inmensa virtud de pasar de secretaria de un juzgado
a jueza, siendo aún una dama muy joven y por ende inexperta, pero más grave es
la situación de lo que a mi juicio ha sido la sentencia que ha dictado en
contra de Leopoldo López de casi 14 años de presidio.
Yo
no podía esperar menos que eso en este régimen que afronta su realidad con
estoicismo y pragmatismo supremo. Ellos están claros de las tropelías y han
determinado con acierto a sus enemigos al mejor estilo de Sun Tzu, sabiendo de
sobra que López y otros, serán quienes puedan dar al traste con el saqueo.
La
jueza Barreiro lleva ahora una gran carga y de alguna forma debemos
comprenderla, porque seguro estoy que ella se vio en el espejo de la también jueza
Afiuni, a quien relevó luego de insubordinarse a los maleantes y aplicar la
justa medida de la ley que a la vez no coincide con ellos y por ello pagó
presidio, de manera que, o salvaba el pellejo o imponía 13 años, 9 meses y
siete días a López y como es sabido, escogió la segunda vía.
Robert
Ringer a quien leo a diario aleatoriamente como si de un gurú se tratara, llegó
a escribir lo siguiente: “La mayoría de la gente lleva más equipaje del
necesario en su viaje a través de la vida. Y, como las líneas aéreas, la
naturaleza nos hace pagar el exceso de equipaje”
Por
un momento imagínense, la inmensa carga de esta infeliz, que seguro estará
preparando su próximo salto al vacío, que en este caso no lo hará motus
propio, seguramente la empujarán como ha sucedido ahora, no obstante a nadie
podrá echarle la culpa de sus desaciertos, de su falta de ética y mala conducta
profesional. Para evitar lo de la culpa cuando se estrelle contra el planeta,
debemos siempre aplicar esa conducta de los paracaidistas en el sentido de que
cada quien empaca su propio paracaídas y así estará seguro de poner todo el
cuidado en cada doblez, en cada pliegue y en el mismo empaque por cuanto es su
pellejo el que está en juego para dejárselo a otro.
La
jueza Barreiro le ha encargado a estos lambareros que le empaquen el paracaídas
y ellos no saben nada de saltos y toda vez que se encuentra en caída libre, ya
veremos cómo será la inmensa e insalvable colisión.
Como
ha sucedido con algunos personeros usados por la revolución, ya ella ha hecho
su trabajo, cumpliendo órdenes de quienes la empujan por la puerta del avión en
vuelo cuando ya no necesitan más peso a bordo que les reste autonomía.
Por
eso, en el paracaidismo, CADA QUIEN DEBE EMPACAR SU PROPIO PARACAIDAS.
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ReplyDeleteComentario muy certero, el cual coloca el tema en el punto vital y esencial de la ética y la moral del asunto. Ciertamente, la jueza tomó la decisión de supervivencia dentro del sistema que ella misna eligió y donde decidió vivir, de msnera errada y con graves consecuencias para ella y , lo que es peor, para los venezolanos.
ReplyDeleteDebo agregar que el peso de su decision no lo soporta paracaida alguno ,ni con doble canopia reforzada, y mucho menos mal empacado y quizás con piedras y cabulleria rota.
Ya la vemos en caida libre, aproximando al planeta a velocidad vertiginosa y donde se "clavará" con toda seguridad, en la opinión pública mundial. Triste y oprobioso destino.
Comentario muy certero, el cual coloca el tema en el punto vital y esencial de la ética y la moral del asunto. Ciertamente, la jueza tomó la decisión de supervivencia dentro del sistema que ella misna eligió y donde decidió vivir, de msnera errada y con graves consecuencias para ella y , lo que es peor, para los venezolanos.
ReplyDeleteDebo agregar que el peso de su decision no lo soporta paracaida alguno ,ni con doble canopia reforzada, y mucho menos mal empacado y quizás con piedras y cabulleria rota.
Ya la vemos en caida libre, aproximando al planeta a velocidad vertiginosa y donde se "clavará" con toda seguridad, en la opinión pública mundial. Triste y oprobioso destino.