BALSEROS EN
SOUTH BEACH
Dos
tormentas en seis días de navegación, con olas de quince pies, equivalentes a
cinco metros en una embarcación hecha en metal sin ningún tipo de cálculos de ingeniería,
sin altura metacéntrica y tan solo con una improvisada vela latina como única propulsión.
Son
ateos, sin ningún tipo de preparación teológica, no creen en la divinidad, pero
Carlos comenzó a rezar en la noche bajo las olas y a merced del viento. No sabía
que decía pero se refugió en una suerte de oración inventada por él.
Al
amanecer, todavía impresionados de haber sobrevivido, repentinamente vieron en
el horizonte las siluetas de los inmensos edificios de Miami y el alma volvió
al cuerpo y enfilaron su proa y rugió la vela al ser dada nuevamente a la
tranquila brisa que ahora les arrullaba junto a la esperanza.
La
emoción era incontenible y al varar en la playa se tiraron los once hombres, la
mujer y el perro y todos les daban la bienvenida a la libertad.
Se
debe estar completamente loco o sumamente desesperado para hacer esto, e
imagino el estrecho de la Florida entre Cuba y Miami como un inmenso camino subacuático
lleno de osamentas de las víctimas de su ignorancia, pero les comprendo, porque
nadie quiere estar preso y menos aún desde su nacimiento, por el solo hecho de
haber nacido en el sitio y el tiempo equivocado.
Todos
los comunistas poseen un pensamiento delincuencial, desde Lenin, pasando por
Stalin, hasta el mismo Trotsky estuvo dispuesto a violar la ley y los derechos
de los demás para optar a cumplir lo que ellos determinaron eran los objetivos
de su revolución. Castro lo ha hecho peor, pero todavía le adoran algunos
idiotas que no saben de nada más que vivir del Estado.
Pedro
Sevcec le entrevistó y como siempre hace, le dio un lado humano a la entrevista
cuando preguntó cómo había sido su primera comida.
En
el hotel en South Beach en Miami, les ofrecieron las frutas que a mano tenían, mientras
preparaban algo caliente. Un turista desconocido le dotó de $100 a cada uno y
llegó la autoridad a corroborar la hazaña y a registrar el hecho.
Ninguno
cree realmente que ese es el camino, todos guardan como una quimera, venir a
vivir aquí y eso incluye a los más altos funcionarios alimentadores y mantenedores
del monstruo comunista, pero en su ambiente son radicales y abusadores y el que
más lo sea será el mejor comunista y viven de la alabanza y de la demostración permanente
y sistemática de su adhesión a la revolución y la causa. Capaces de sacrificar
a su propia familia por lo que ellos llaman la humanidad sin entender que es
allí en la familia donde la humanidad comienza y a la vez termina.
Siendo
flexibles, podríamos pensar que el experimento comunista puede funcionar algún día,
cuando las balsas vayan de Miami a Cuba. Por los momentos no es así, de manera
amigo lector que nuevamente llegan sobrevivientes a estas playas, buscando lo
que el comunismo les ha quitado.
Una duta realidad plasmada en un hecho incontrovertible. Extraña como aún existen creyentes en "eso"
ReplyDeleteUna duta realidad plasmada en un hecho incontrovertible. Extraña como aún existen creyentes en "eso"
ReplyDelete