LA OTRA
AVENTURA
Pensé
que a esta edad solo un milagro podría impresionarme y lo bueno es que hoy he
entendido que no lo he visto todo y que me falta mucho.
La
otra aventura es un corto metraje que relata los suicidios de escritores
famosos a los que he perseguido desde las letras, entre los que está por
supuesto Ernest Hemingway del que ya hemos escrito en estos espacios.
José
me llamó para solicitar los servicios de mi editorial y publicar su libro, le
solicité que me mandara el manuscrito y confieso que el título me conminó al
fastidio y supuse que sería una obra más de esas insulsas, lentas y faltas de
contenido. Para mi sorpresa, me fui entrando sin querer y con cierta
resistencia en una historia de la infancia del autor, que por bien hilada me
cautivó sin darme cuenta. Antes de lo previsto me había leído al menos la mitad
de la obra y tan solo pensaba en todas las demás cosas que tenía que hacer,
pero no, continué leyendo y absorbí la pasión por la cacería del más alto nivel.
Por
supuesto recordé “La breve vida feliz de Francis Macomber” “Las nieves del Kilimanjaro” “El Señor y la Señora
Elliot” “Colinas como elefantes blancos” y todos de Hemingway el primer cazador
que he conocido con experiencia en safaris africanos.
Me
citó a su casa y aunque siempre me niego a hacerlo con mis clientes, fui hasta
allá, su amable esposa, me abrió la puerta y allí estaba él. Me llevó de un
tirón a su estudio y lo agradecí, porque nunca será lo mismo ver a esa cantidad
de animales inmensos en el museo de ciencias que de manera privada, en la grata
compañía del cazador quien posee en su mente la verdadera historia de la
aventura.
Me
paseó por los detalles de sus
campamentos en el África, del inmenso alacrán negro que entró en su bota
mientras dormía, de la araña viuda negra que cayó sobre su barriga y de la mamba que mató de un tiro antes de que
le inoculara sus dos venenos y todo absolutamente documentado con fotografías.
El
león de seiscientas libras, las cantidades de cabezas de diferentes animales
mayores, rinocerontes, elefantes, hienas, leopardos.
Entré
en una suerte de inmensa impresión por la fortuna de este hombre apasionado, es
ella, la pasión, la que mueve las más interesantes aventuras y es que en cada
uno de esos trofeos hubo riesgo de vida, en cada paso por las estepas y
llanuras africanas se corre riesgo incluso de morir por calor con 140 grados Fahrenheit
al día y muy bajas temperaturas en las mañanas…. ¡es una locura!
Pero
lo más interesante es que hoy conocí a un hombre apasionado por el deporte, que
fue prestado a la Ingeniería. Un individuo persuadido de ser un aventurero que
contribuye con el equilibrio Darwiniano, porque no es una buena pieza de caza
un joven venado, león, jabalí o cualquier otro animal, sino uno viejo y grande que ya no pueda
reproducir la especie.
Hoy
presencié LA OTRA AVENTURA y el libro de José, será todo un éxito.
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