EL CAPITÁN DE MI
ALMA
Soy
el dueño de mi destino y el Capitán de mi alma, palabras de Nelson Mandela,
luego de la victoria de su equipo de rugby por quien nadie apostaba ni un duro
pero al que inspiró de tal manera que el país todo se volcó a la victoria.
Ayer
veía una película sobre su vida, sobre su paciencia ante el apartheid y el
abuso al que fue sometido junto a su nación por décadas, pero luego de esto y después
del difícil ejercicio del perdón, después de sellar el odio con el mejor antídoto
el cual es el amor, South África, revivió y se alzó contra el absurdo impuesto
por los hombres.
Veintisiete años injustos de prisión fueron
un tiempo de reflexión y estudio para poder entender los caminos hacia la reconciliación
nacional que parecía insalvable.
La
consigna se cumplió como suele ocurrir con la fuerza de la palabra: “un solo
equipo, un solo país” Un equipo que era odiado por los negros por representar
el abuso de los que otrora mandaron y abusaron. Pues bien “socialismo, patria o
muerte” también se ha cumplido en Venezuela, porque no han podido instaurar el socialismo,
nadie cree ya en el, la Patria es una quimera lejana que se alimenta en estos años
de mucho pasado pero nada de futuro, es un ente informe de maltrato a todos sus
ciudadanos y el abuso y la segregación, la separación de familias y el presidio
de los oponentes es su método más eficaz cuando no entienden que todos somos un
solo equipo y un solo país y como siempre ocurre, la muerte hizo su entrada y
se ha llevado a personas jóvenes que se crecieron desde el odio y el aval moral
de la envidia.
El
odio instaurado por Chávez y afianzado y exponenciado por sus seguidores es una
suerte de veneno que ingirieron esperando que sus opositores murieran, pero
como es de esperar pasó todo lo contrario. Lina Ron, Tascón, Serra, William Lara,
Danilo Anderson, Eliecer Otaiza, son solo algunos cortos ejemplos del mal vivir
y del morir, por diferentes y a la vez inexplicables motivos, mientras que las
personas democráticas que inspiran y alientan la esperanza de un mundo y un país
mejor, por ahora se encuentran en la oscuridad de las mazmorras y el
vilipendio, de la ofensa y el desprestigio, mientras Venezuela toda se reeduca
y está entendiendo, que no es por la vía del apartheid y del odio por donde se
surge y se es próspero.
Me
encantó esa frase de Mandela: “soy el dueño de mi destino y el Capitán de mi
alma” porque de alguna forma, todos, buenos y malos, chavistas y opositores,
seremos los dueños del destino del país que requiere reconciliación,
democracia, entendimiento, disidencia y aceptación, cordura y futuro, visión de
largo plazo y tolerancia.
Desde
el puente y como Capitán de mi alma, seguiré observando el horizonte con mis
binoculares de esperanza.
En mi país, al igual, paradójicamente, que en South África, primero se va a prisión y luego a la presidencia.
En mi país, al igual, paradójicamente, que en South África, primero se va a prisión y luego a la presidencia.
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ReplyDeleteinteresante relato
ReplyDeleteun abrazo
interesante relato
ReplyDeleteun abrazo
El poema "Invictus", en realidad fue escrito por el inglés William Ernest Henley (1849–1903) y fue escrito en 1875. Mandela lo citaba mucho, ciertamente, pero no es el autor.
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