EL ESTE Y EL AQUEL
No
tengo dudas que si le preguntaran a Maduro sobre los puntos cardinales: “complete
la sentencia alumno Maduro: ¿los puntos cardinales son Norte, Sur, Este y?…..” contestaría
desde su arrogancia e ignorancia “y Aquel”, de manera amigo lector que en esta sucesión
de eventos vergonzosos a la que nos tiene acostumbrados podríamos inferir que
no ha perdido el Norte, es que simplemente no sabe dónde queda.
Con
estupor he visto que se ha condecorado con nada más y nada menos que la Orden
del Libertador a los cinco nefandos espías cubanos, confesos de no solo espiar
para el régimen comunista, sino también convictos por participar en la muerte
de los pilotos de “hermanos al rescate”, un grupo de valientes que con sus dos
avionetas patrullaban incansablemente el estrecho de la Florida buscando náufragos,
acortando de esta manera el sufrimiento y hasta la muerte de al menos un octavo
de ellos. Podrán recordar aquel avión de combate cubano, de fabricación rusa
que celebró el derribo. Gritaban con groserías los infaustos pilotos
comunistas, celebraban la hazaña de haberle quitado a un bebé una chupeta,
porque esa es realmente la relación entre una lenta avioneta Pull- Push, desarmada
y un Mig de combate.
Uno
de los lambareros condecorados, se infiltró por años en el benigno grupo, hasta
llegado el momento de pasar la información, preparando así a la traicionera y
mal usada fuerza de combate castrista.
Los
Castro pueden hacer en su hacienda lo que les venga en gana, de hecho creo que
el mundo libre ha sido cómplice, al no levantar la voz ante más de medio siglo
de dictadura férrea, pero que el Guampiro Nicolás Maduro se haga eco de la atrocidad
y de esta absurda premiación, hay un trecho solo salvado por el silencio no menos cómplice de
los militares.
Los
puntos cardinales son el Norte, el Sur, el Este y el aquel, porque creo que
prefieren no saber del Oeste donde se oculta el sol que por ahora les alumbra.
Maduro no sabe de negocios con el Diablo, que se regodea en la maldad y sus
intereses. El evita saber lo tonto que es, mientras en el hipogeo del final del
castrismo, en esa tumba abovedada donde viven estando muertos, Maduro el
ignorante pide una entrada para sentarse en la primera fila del banquete que
nunca comerá.
Mientras
exista un pueblo silente, la complicidad campeará. Mientras las fuerzas del
orden hagan el mutis que el gobernante espera ante sus excesos, los valores
patrios perderán el valor eterno que otros le dimos en nuestro tiempo. Por los
momentos tenemos a cinco espías condecorados por la traición cometida en otro
país, que por la fuerza y como si fuera un matrimonio incestuoso quieren hacer
parecer feliz, cuando nosotros los venezolanos exportamos democracia por
siglos, libertades en guacales, prosperidad por contenedores, amor a raudales y
patriotismo digno de imitar.
Las
cosas han cambiado en esta pérdida de los puntos cardinales, pero seguro estoy
que la brújula marcará correctamente el Norte cuando esta banda delictiva se
elimine, como es costumbre, entre ellos mismos.
Rumbo!, Rumbo! Rumbo,! Timonel! ...!nada a babor!
ReplyDeleteLa brújula, incluso una simple aguja imantada sobre una hoja flotando en el agua, es capaz de orientarse según las líneas magnéticas de la tierra; porque, gozan de una propiedad intrínseca al material del cual están compuestas y que esencialmente es que son de material de hierro.
Para conocer los puntos cardinales éticos y morales, hay que estar compuesto de un material humano que permita ese alineamiento. El único alineamiento de estos inmorales (porque conocen el bien y el mal y voluntariamente escogen el mal) es con los decrépitos sátrapas caribeños y su fracasada ideología.
Así están y nos tienen, alienados y “alineados” a los venezolanos, unos – los pocos - ciertamente conscientes de su aberración, pero gozando de los favores crematísticos del cohecho y la connivencia y, por otro lado, una cagarria de lambareros (como les llamas) – los más – unos amorales, quienes al no tener consciencia de los valores y principios, porque no los conocen, son presas fáciles para la cooptación y seducción de las palabras huecas de un sistema de valores cuya esencia se derrumbó junto con sus promesas de redención.
Hoy están alienados, al punto de que su débil o inexistente estructura moral se deja influir de los efluvios magnéticos de esas corrientes y actúan como las obsoletas agujas náuticas o “de marear” de los comienzos del arte de la navegación. Con la salvedad que mientras aquellas eran útiles y seguirían siéndolo en emergencia y servían para marcar el rumbo, éstas son un lastre que interrumpió y ralentizó el proceso natural y lógico de evolución de la sociedad por el que han transitado naciones que despertaron a tiempo (pasaron por lo mismo y lo reconocieron y superaron) y se alinearon con el progreso hace rato, y nosotros, mediante la revolución dizque bolivariana, lo que hicimos fue terminar en involución de nuestra patria, hoy quebrada, abatida y maltrecha, cojitranca, pasi-lenta y errática, tímida de encarar su reto de entrada al siglo XXI, cuya “exit” pelamos y estamos navegado hacia un abismo, viendo como la puerta del progreso se nos quedó atrás.
Gracias por tu excelente escrito y disculpa lo largo de mi comentario. Inspiraste mi labor cotidiana de madrugada.