DIOSDADO DETENIDO

DIOSDADO DETENIDO

                Desde el avión Lear jet se puede observar el Fort de France, ese encantador castillo donde Napoleón Bonaparte estuvo alguna vez. Ya están en Martinica los sesenta hombres de seguridad junto con el General Borregales, un perro sato, pero buen muchacho, comprometido y que no tiene otra opción que ser leal.

                El avión rasguña  la pista de 2300 metros de largo del aeropuerto Aimé Césaire que queda a diez kilómetros del castillo y el Comandante Colmenares que antes trabajó en el grupo seis de la Fuerza Aérea Bolivariana ya no hace otra cosa que mandados exclusivos de Diosdado.

                Martinica siempre ha sido una excelente opción para la familia Cabello, por aquella admiración tácita de Francia por el socialismo y por el Castro heredero de la corona comunista. Ciertamente sus playas no son las mejores pero al menos hay una infraestructura turística excepcional y del primer mundo, donde Daniela se siente a sus anchas y podemos respirar la paz después de tanto trabajo revolucionario y patriótico.

                La máscara mortuoria número 72 de Napoleón es guardada allí, en el museo del down town y de alguna forma se sigue recordando las cuitas del Emperador con su amante.

                Por supuesto estamos en el año 2018 y las cosas han cambiado mucho. Ya el Gobierno americano y los estúpidos periodistas guardan silencio ante aquella patraña que le obligó a jurar ante su familia que él no tiene nada que ver con el tráfico de narcóticos.

                A la llegada todo parecía normal, en el hotel Le Cap Est Lagoon Resort and Spa, todo estaba listo, ¡todo era normal!, hasta la licorada madrugada donde tocaron la puerta y apareció aquel agente especial del FBI.

                Los sesenta hombres también estaban presos y custodiados por el Marine Françoise y fue duro ver a los hijos y la esposa esposados y llorando las tropelías del Padre.

                En la FIFA y después de veinte largos años de investigación y robo a manos llenas ha ocurrido algo similar y tuvieron que involucrar a las autoridades norteamericanas para que la operación internacional tuviera el resultado esperado, por cuanto muchos de los dineros entraron al sistema económico americano que se rige por la ley que como antes hemos dicho, ¡no tiene buen humor! Y los esperaron a todos en Zurich a sabiendas por ejemplo que Venezuela jamás entregaría motus propio a Rafael Esquivel y llegaron de noche, al mismo tiempo, con el mismo tono amable pero profesional y a los octogenarios saqueadores les esposaron y les sacaron de sus lujosas habitaciones Suizas y se acabó la dictadura del futbol y el FBI se anotó otra victoria contra los malos, usando sin prisa pero sin pausa el slow down y les dejaron que negociaran y se lucraran con los mundiales y les recolectaron evidencias cada minuto y les siguieron en silencio con paciencia y estoicismo.

                Creo que se nota que estoy de acuerdo con el sistema norteamericano, me gusta mucho su método y el ajuste y concepto altruista que tienen de la ley y el orden y ya aparecerá el Elliot Ness, que detenga al capo Diosdado.