UNA PUÑALADA
AL AMOR
¿Y
cómo amaneció hoy?; pregunta ella desde la cama.
Está
un poco nublado, creo que va a llover, contesta él, mientras corre un poco la
cortina para ver al externo.
¿Y
qué vamos a desayunar?; pregunta él.
Y
así transcurre el día, el mes y el año. Así transcurre la vida, si nos
descuidamos, así se va asesinando al amor.
Lo
escribí en mi primer libro: el pensamiento del humano, cambió hace setecientos
cincuenta años antes de Cristo, cuando los árabes inventaron la escritura,
porque con eso, también se inventó el lenguaje óntico, se inventó una manera de
ver al mundo, de dejarlo en blanco y negro, de traducir tu pensamiento al
abecedario.
Déjenme
explicarlo mejor: jamás podrá ser lo mismo el dialogo anterior, que forma parte
de lo que se llama profesionalmente “el lenguaje del devenir”. (Son esas cosas
del diario vivir que nada tienen que ver con el pensamiento, con la cultura o
con el arte, tienen que ver con las circunstancias, rastreras, normales,
cualquieras), que un lenguaje más profundo, un lenguaje que nos haga pensar,
que nos transporte y nos imagine la ricura del saber. Ahora bien, para un
hombre poco preparado, siempre será un reto aterrador, conseguirse en la vida,
con una mujer culta y preparada, porque ella, por inteligente y también por
mujer, nos llevará a ese terreno que los hombres cultos buscan como si se
tratara de oro en lingotes, me refiero al lenguaje óntico y nuevamente sigo tratando
de aclarar a donde vamos con un dialogo:
Con
esa copa de vino, en el balcón, viendo la mar, él podrá decir: ¿te gusta?, es
un conjunto de varias cosechas de 1996, le siento un cuerpo interesante, con carácter
y un poco aterciopelado.
Y
ella: mi amor, yo le agregaría un aroma a madera de roble.
Ciertamente,
pareciera una cepa de la Rioja Alta, pero no, es Italiano, ¿está bueno verdad?
Otro
podría ser:
¿Cuál
es tu opinión de esta lluvia que ahora cae a raudales?
Pues,
la lluvia siempre es el beso vertical de Dios.
¿Te
gusta bailar?
Me
encantaría sobre todo bailar contigo, por el concepto que el baile encierra.
Y
ella cae en la trampa: ¿y cuál es ese concepto?
El
bailar mi querida, es la ilusión vertical de un deseo horizontal.
Y
así, mis amables lectores, podríamos llenar muchas páginas de lenguaje óntico,
que es el que une, el que se recuerda, el que marca, el que queda en la psiquis
y la manosea al antojo del inteligente.
Con
frecuencia, los matrimonios de larga data cometen el error de solo hablar
lenguaje del devenir, que destruye todo lo bello y lo bueno, aunque es
necesario para vivir, debemos hacer el esfuerzo de sublimar nuestro lenguaje,
por cuanto el hablar solo de lo que ocurre, como las noticias por ejemplo,
constituye una certera puñalada al amor. Por el contrario, hacer de cada conversación
esa novela, ese sueño guiado, ese ángulo encantador de sabiduría y de solaz, se
transforma en una caricia a la inteligencia.
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