EL ARQUITECTO
DEL LENGUAJE
Aunque de
poco hablar. Aunque aún no pertenece a la Real Academia de la Lengua Española,
por cuestiones de cupo. Aunque ha dedicado su vida a la invención ininterrumpida
de la creación y es un reputado arquitecto de las cosas más importantes del conocimiento
humano, su fuerte es y será el lenguaje, pero con su ejemplo, ¡siempre dando el
ejemplo!, siempre ensenándonos a sus amigos de toda la vida, lo que pudiésemos
llamar el lenguaje onomatopéyico que inferimos también esa palabra fue
inventada por él.
A lo que vamos; y a donde nos lleva
este escrito especial: la palabra procrastinar podríamos asegurar que es de su autoría
y no en términos laborales, donde es eficiente con sobrada holgura, sino en términos
de la diversión que retarda exprofeso como si de un pecado se tratara. Paso a
explicarme mejor: por años viajaba en Venezuela del interior a la capital y en
el camino les llamaba a todos mis amigos de la infancia para vernos siempre en
el mismo restaurant. Todos confirmaban solícitos incluyendo al creador de la
palabra. Al llegar, todos estaban allí, excepto, ¿a que no adivinan quién?, eso
es procrastinar, retardar un evento, por el motivo que fuera.
Otra palabra es “cameo” que la Real
Academia ha decidido, previa consulta con Elías, que debe ser interpretada de
la siguiente manera: “Intervención breve de un personaje célebre, actor o no,
en una película o una serie de televisión”, porque cuando llegaba tarde,
siempre hacía un papel breve que nos obligaba a olvidar, pero eso se convirtió
por décadas en una serie interminable de televisión que entendemos también fue
llevada al cine.
De acuerdo a su esposa, entendemos
que no llegó tarde al matrimonio, porque el Padrino de la boda, quien le
amenazo, lo hizo llegar a la hora y ese trabajo ha continuado. ¡Es un buen
Padrino!
Así podríamos seguir con muchas
palabras, pero los talentos con la madurez afloran y sus hermanos podemos jurar
con la mano derecha sobre la biblia, que la película, “rápido y furioso” se
hizo inspirada en él, incluyendo la escena donde el piloto se estrella contra
el muro de la casa, llega a los verdes jardines y se baja del carro como si
nada hubiese pasado.
Toda esta importante carrera, fue
hecha centímetro a centímetro, mientras estudiaba la difícil profesión de ser
arquitecto.
Elías Rodríguez está de cumpleaños, todavía
no son sesenta, pero son muchos y con los años nos vemos más. Lo interesante es
que admiramos sobremanera sus equilibrios, sus buenos modales y su incomparable
buen humor. Es deportista furibundo e incansable y con sobrado talento ha
incursionado en la fórmula 1, el futbol y luego el tenis, todo en un solo
domingo.
Han sido muchos los episodios en
casi cincuenta años de amistad ininterrumpida. Han sido muchas las risas y también
los llantos, pero sobre ellos, ha sido inmenso el amor que existe entre
nosotros, todos hermanos de diferentes vientres unidos por el almizcle sincero
de la fraternidad.
¿Les he dicho que nos saludamos con
un beso y un abrazo?, pues si, así es y somos recios varones envidiados por
aquellos de poca cordura.
Te amo hermano mío y te deseo larga
vida.
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