LA INVASIÓN
DE Mc DONALD’S
En
la puerta de la base naval en San Diego en California, después de unas cuatro
horas de viaje, haciendo escala en el inmenso aeropuerto de Chicago, nos recibe
un gigantesco Infante de Marina, con cara de pocos amigos, de pelo ralo como
todos. Ya sabía de nuestra visita y por supuesto prestó con profesionalismo los
respetos correspondientes, dándonos una bienvenida parca y a la vez agradable.
Parece paradójico pero así es la cultura norteamericana. Nada de excesos de
amistad, de hemorragias de simpatía, de lisonjas inapropiadas.
Al
entrar, mi colega de Chile, el Capitán de Navío Hugo Barra, llama mi atención para
ensenarme uno de los símbolos patrios y es que nos encontramos de frente con
una inmensa tienda de hamburguesas Mc Donald’s inmediatamente pasado el
portalón de seguridad. No quiero ser irrespetuoso, de ninguna manera. Lo de símbolo
patrio es una analogía a una marca arraigada mundialmente como calidad del norte
de América.
La
base naval era una suerte de ciudad, donde el chofer se tomó bastante tiempo en
llegar a nuestro hotel, que a la vez lindaba con otro Mc Donald’s. Iríamos a
ver el entrenamiento de los Navy Seals, la máquina de combate más temida y con
un prestigio internacional como fuerzas de elite, a prueba de balas.
En
la noche no podía dejar de ir al bar donde filmaron la película Top Gun y
mientras tomaba una cerveza, me permitieron sentarme al piano donde les
demostré a todos que no lo hago bien.
La
calidad de la vida, se mide desde mi punto de vista en sonrisas, en actitud
positiva, en concordia disfrutando lo que hacemos de acuerdo a nuestros
talentos, pero realmente yo no creo en la lucha, en el enfrentarse al sistema
inoperante, en el negocio con economías de mentira como la cubana o peor aún la
venezolana.
En
la Cuba actual se ha hecho recientemente una encuesta que arrojó unos datos
insospechados. El hombre con mayor popularidad en la Habana es el Presidente
Barack Obama y no Raúl Castro o su hermano Fidel y miren que esto es paradójico
y difícil de creer o ¿es que acaso no se
han dado cuenta que entre Batista, Fidel y ahora Raúl, tienen a Cuba bajo una
dictadura por más de ochenta largos años?
El
cubano de mi edad o más viejo que yo, no conoce la democracia, no sabe de
disidencias, de alternancia de poderes, de justicia, en fin, de libertad. El
cubano de mi edad no sabe de hamburguesas, de hecho algunos jamás han comido
carne de vaca, pero se la imaginan en este mundo osmótico donde cada familia
cubana tiene a alguien en Miami que les echa el cuento y que les manda su
mesada que les permite sobrevivir. De manera amigo lector que veamos el mundo
por el parabrisas mas no por el retrovisor y creamos que el comunismo es bueno
cuando las balsas vayan de Miami a Cuba, mientras, sin sospecharlo está
ocurriendo la silente y amable invasión de Mc Donald en estas conversaciones
entre los dos países que han demostrado que el comunismo es un oscuro paso
entre dos democracias.
Excelente!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ReplyDeleteHola Jr, saludos...excelente anàlisis......
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