EL IMPERIO DE LA DEPENDENCIA

EL IMPERIO DE LA DEPENDENCIA

            Sacando cuentas inevitables, cuando Adams decretó la libertad en las trece colonias en 1775, se me asomó aquella revolución francesa que por esos años se gestaba y que terminó con la vida de Dantón y Robespierre en la misma guillotina donde perdió la cabeza el monarca odiado y su familia.

            Otra vez ascendieron a todo un ejército de Generales y Almirantes y el tonto les pide en su megalómano discurso defender la Patria.

            Los ascendidos con cara de eficiencia, asentían sin empaches, sin vergüenza alguna, por lo menos de forma, mientras la tal Patria se derrumba rededor y creo que de quien deben defenderla es precisamente de Maduro y sus piratas, pero más aun de aquellos escondidos colaboradores que juegan el doble juego de justificarse ante sus familias como opositores, mientras alimentan al monstruo, a ese mismo monstruo que se comió a los girondinos y jacobinos en la revolución parisina.

            Como es de sospechar, amigo lector, estos militares ascendidos y que siendo la matemática exacta, no tendrán cargo u ocuparan uno subalterno para su grado, disfrutan de sus cinco minutos de fama y dependerán lastimosamente, no de sus habilidades operativas y militares, sino de sus acomodos políticos y rastreros para poder subsistir. Con sobrada razón, el pueblo que paga sus sueldos y el chofer, les detesta y aborrece, porque ser un militar de carrera exige profesionalismo, arrojo y también hombría, criterio y estudio de las ciencias y artes militares y navales.

            El Estado venezolano es tan grande y tan paternalista que se ha convertido en todo un imperio del cual dependen muchas personas de manera directa o no, la economía ha sufrido de la misma enfermedad y todos absolutamente dependen del precio del petróleo que a la vez depende del mercado y las cotizaciones internacionales, de manera que nos encontramos en una inmensa trampa donde están atrapados sin ninguna salida.

            Recuerdo la felicitación que recibí de algunos al morir Hugo Chávez, pensando que el problema estaba resuelto y creo que él -Chávez- poseía la llave del manicomio que tenía a los locos bajo resguardo y que al morir este, los locos han salido del recinto y ahora no podremos atraparlos, porque son muchos.

 

            El Gobierno venezolano se ha convertido en un dador de propinas y la tal Patria ha desaparecido como concepto bajo el saqueo y la corrupción avalado por el silencio del Generalato dependiente y de esa historia que con frecuencia citan como si les perteneciera a estos vagos y maleantes que han construido con cierto éxito todo un IMPERIO DE LA DEPENDENCIA  de los ciudadanos que ya no pueden respirar dentro de la pecera fétida escasa de agua.

 

            QUITALE TODO AL PUEBLO Y SE LO VAS DANDO POCO A POCO Y TE LO AGRADECERÁN, llegó a escribir Lenin y es que cuando leo la historia de otros países, no puedo menos que hacer las respectivas inferencias y las proyecciones a donde los han llevado sus errores y aciertos.

            El venezolano, el pobre pueblo venezolano, cada vez más, depende de este malvado imperio, para poder subsistir, mientras los militares ascienden basados en epopeyas que no le pertenecen.