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Saturday, July 2, 2011

ME ATROPELLO CON SU BMW

ME ATROPELLÓ CON SU BMW

La bella Miami, es para vivirla con el silencio que sus jardines y anchas calles brindan. Es para caminarla, excepto en el down town al que considero que deberíamos colonizar nuevamente. Pero las amables calles del Doral, son siempre llenas del buen olor de las bien cuidadas flores y como paso tanto tiempo sentado escribiendo y leyendo, disfrutando a fin de cuentas, no deseo nunca manejar, a menos que sea estrictamente necesario, es tanto así, que por estar cerca de mi trabajo, me mudé de mi encantadora ciudad de Coral Gables, a la mágica mezcla de Dora and Albert, el matrimonio norteamericano que donó las dos primeras silabas de sus nombres a la ciudad y de allí nació DORAL.
Es la capital por excelencia para el campeonato anual del professional golf association(PGA), lo que dice mucho del nivel de vida del doralino, porque los campos del PGA, deben cumplir con altísimos niveles de calidad y diseno.
Me la compré con la firme intención de desecharla cuando me fastidie, así hago con casi todo en mi vida, (incluyendo algunas relaciones tortuosas), me costó $100 y creo que fué la mas robusta y también fea bibicleta que pude conseguir. No tiene cambios, no tiene frenos en el manúbrio, sino a la vieja usanza, en los pedales y debe pesar un poco mas que yo. Mi hijo, con cierta razón se niega a montarla, porque no quiere correr el riesgo de que lo vean a bordo de ella y puedan pensar que está arruinado.
Salí esa manana, como un prisionero de guerra de mi gimnasio, no había un solo poro de mi epidermis que no estuviese transpirando, barbado, desalinado y decidí ir al publix mas cercano para reabastecerme de los jugos naturales que pudiesen devolverme una cara socialmente aceptable. La temperatura lindaba los noventa grados farenheit y así lo hice.
Ya venía de vuelta, a la baja velocidad de mi avanzada edad, ella salió evidentemente apurada y “como manda la ley”, pegada a su celular por la oreja izquierda, en su lujosa camioneta BMW de unos $80.000, color plata como las canas de mi prudencia y al usar su oreja izquierda también miraba hacia allá, la senal de stop, es para uso de otros, hasta que su pensamiento mágico y su séptimo sentido le indicó que había algo extrano en su horizonte visual, algo que no debería estar allí, porque esa salida es de su propiedad, porque ella posee una blindada e inmensa camioneta que puede destruir a casi cualquier pendejo como yo y me llegó y yo salté sobre su capot y mi pesada y ahora querida bicicleta fue derribada, mal herida, pero nunca destrozada.
La abusadora, lo es tanto, que inmediatamente me culpó, de haber sido yó quién la tropezó, hasta que le sugerí que llamáramos a la policía a ver que opinaban ellos.
Confieso que es bella, madura de unos cuarenta anos, rubia a la fuerza pero le queda bien y tan argentina y abusadora como la Kirchner…lamento haberla mandado al diablo y me fuí conciente que estaba aterrorizada, infiero que al ver mi deplorable presencia o tal vez, porque la amenacé con la autoridad cuando me atropelló con su BMW.

1 comment:

  1. Me gusto mucho tu historia , epecialmente de la catira hermosa

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