YO NO QUIERO QUE TE VAYAS

Estoy seguro que seré criticado con vigor, seré acusado de insensible, como si ya no lo hubiesen hecho alguna vez, pero la verdad es que seguiré actuando como pienso y pienso que soy un humano creyente que no se olvida de la practicidad en aquello del saber vivir.
Mi amigo Aurelio, es un hombre maduro, que ocupó importantes cargos gerenciales en la Venezuela democrática y decidió vivir en la Miami que se le parece. Maneja un bello Audi convertible, color arena, con asientos de cuero color beige y con sus sesenta y tantos, sigue siendo un soltero con un público femenino dispuesto a aplaudirle. Cocinero de excepción y de gustos exquisitos, bien vestido siempre y de charla fácil, amable, divertida y culta.
En este mes de Diciembre próximo pasado, le ví un tanto lento y asumí que la ingesta alcohólica había sido profusa esa noche en casa de Gastón y Rebeca y no era así.
Él mismo, ordenó los exámenes y se descubrió lo que temiamos. Un tumor del tamano de una pelota de golf detrás del ojo derecho y fué operado, toda vez que se estabilizó otra de las mentiras, al descubrir un alto nivel de glicemia, el colesterol a la altura de ionósfera y los triglicéridos visitando a San Pedro en el cielo…todo un cuadro peligroso, pero mi amigo lo superó con el poder y el éxito de nuestras oraciones.
Dado de alta, después de un importante trabajo de su parte, en aprender a caminar de nuevo, en una clínica que mas parecía un Spa y que a ojos vista ayudó en sus importantes ganas de vivir, volvió a su casa. Ya no manejaba su Audi, la vida era una dependencia, la vida era otra, ya no sería nada igual.
Es probable que nunca sepamos que ocurrió, porque el no lo puede contar, pero sufrió un severo golpe en la cabeza, por una caída intempestiva y traicionera y ahora está hospitalizado inconsciente, su cráneo fué abierto nuevamente, para drenarle los líquidos, que lo atormentaban, está entubado y, es que apenas yo me tome unos tragos con Aurelio en Diciembre! y estabamos felices, eso fue hace muy poco y yo lo disfruté!
El actor norteamericano Woody Allen escribió: “No es que tenga miedo a morirme, es que no quiero estar allí cuando suceda”
Aurelio querido amigo, yo no quiero estar allí cuando suceda, pero esto no tiene sentido humano.
Su hijo pasó con él, lo que a criterio del médico sería la última noche y amaneció sin darse cuenta y está allí, sin saber de la lucha o tal vez perdiéndola.
Esta vida tan corta que nos toca vivir debemos disfrutarla haciendo loas a lo sencillo, a lo cotidiano, a lo normal y entendiendo que todo, hasta nuestra gratuita existencia es un milagro.
Yo no quiero que te vayas!.
Decía Chaplin, que: ”…es el tiempo el mejor autor de este libro de la vida, porque siempre consigue un final perfecto”.