EL LÍMITE DE LA CABALLEROSIDAD

EL LÍMITE DE LA CABALLEROSIDAD

            Yo creo que se aprovechan y los hombres nos dejamos. También creo que hay un límite en todo esto de intentar ser caballero y no pasar la tibia frontera hacia la pendejera.

            “No te expreses así de ella que es una dama”, yo no te enseñe a hablar así de las mujeres, me dice con autoridad, ¡con toda autoridad! y yo guardo silencio, un silencio sin estar convencido.

            Y le riposto: ¿de manera que yo tengo que expresarme como si de una damisela inocente se tratara?, me dices que debo obviar su libertina y absurda vida, ¡esto está bien bueno!, porque a esta altura de lo que pasa me importa un comino si ella en particular piensa que soy poco caballero, es más, me importa un comino si todos lo piensan, porque simplemente, hasta tú, que también eres mujer, sabes que es bruta, tonta y puta, por decir lo menos, aunque no se compadecen mucho las dos últimas palabras; y me reclama: ¿y también te vas a reír?, no pareces hijo mío.

            De Delcy Eloina Rodríguez, Nada más y nada menos que la Vice Presidenta de Venezuela, ha dicho en una entrevista a la Cadena Fox de los Estados Unidos, que Venezuela es un ejemplo de democracia y allí matamos dos pájaros con un solo tiro, por aquello de bruta y de loca.

            Yo creo que ha llegado el momento de dejarnos de tonterías y recordar también a la primera combatiente y su gestión oscura, empañada y por ende turbia en la asamblea nacional donde había también treinta y cuatro familiares trabajando, porque podemos entender que ella es muy familiar y seguramente lamenta no pasar el año con sus sobrinos presos aquí por narcotráfico.

            Aunque no parece justo, es precisamente justicia lo que falta en Venezuela y debemos recordar a la fallecida Lina Ron y su proterva manera de hablar, de hecho puedo recordar aquel video que me enseño Patricia Poleo de Lina hablando de mí, mentándome la madre, diciéndome apátrida, disociado y otros epítetos un poco más subidos de tono, donde asaltaba mi sexualidad, como si alguna vez hubiésemos tenido algún intercambio de fluidos ¡Dios me salve!, pero debo aclarar que yo nunca la conocí, pero hablaba de mi como si hubiésemos sido íntimos enemigos ¿y me pides que modere mi lenguaje ante estas caninas, porque soy un caballero?, pues pido la baja de la caballerosidad, cuando de estas se trata y a las damas, las verdaderas damas que me leen, pido disculpas, pero por esta actitud Delcy en particular asume que puede entrar en las Naciones Unidas y violar los protocolos en nombre de ser supuestamente dama y representándonos a todos nosotros, no, por favor, no y mas no, que esa y las otras perras me representen deja mucho que decir de mi verdadera y caballerosa conducta ciudadana.

            Por los momentos a todas aquellas que intenten abusar en aras de que creen que soy todo un caballero, no se los permitiré, porque esta, la caballerosidad tiene un límite que solamente pongo yo.

            Feliz año.