BOMBAS Y
BESOS
Detrás
de cada escandaloso atentado terrorista, detrás de la detonación de esa ruidosa
y miedosa bomba asesina, hay millones de besos silenciosos, millones de
caricias, millones de oraciones, lágrimas y sonrisas, todas en silencio, en el
silencio del amor y la comprensión, de la aceptación y la paciencia.
La
idea original de esto le pertenece a una persona que tuve el honor de conocer
en un canal de la televisión de Miami, ya fallecido de manera violenta por equivocación,
por una terrible y estúpida equivocación de unos sicarios, me refiero al
cantautor Facundo Cabral.
Ciertamente
los malos hacen ruido para hacer sentir su maldad, para confundirnos haciéndonos
creer que son más y poderosos, pero no es cierto, jamás lo ha sido. Cada vez
que edito un libro es una suerte de bomba silenciosa y benigna que lanzo a la
inteligencia, a la sabiduría de esta civilización de gritones que por tales
levantan la voz, tratando de aturdir la paz del buen pensar y el buen hacer.
Hasta
los malos aman, de manera que ¿el amar no debe ser tan malo?, de hecho alguna
vez leí del escritor francés Beaumarchaís que: “Beber sin sed y amar en todo
tiempo es lo único que diferencia al hombre del animal”, pero el amor se dice
bajito, mientras que el odio se grita y sabemos bien de esos ejemplos.
Igualmente
funcionan las bendiciones: ¡que Dios te bendiga! Se escucha por doquier, en
todas las religiones, en todas las latitudes, entonces, para algo deben
servir, de manera que mientras Maduro grita, Diosdado grita, le nombran la
madre a todos, maldicen, despotrican, insultan y atropellan, otros amamos,
sentimos, reímos, pensamos, ¿porque no? Marchamos, abrazamos y tenemos una
potente producción de oxitocina, mientras ellos se ahogan en el cortisol de su ignorancia.
Creo
que vamos ganando, creo que la marcha de Septiembre primero les dejó boca
abiertos y entendieron que no pudieron con el silencio, entendieron que las
bajas energías de la maldad y el egoísmo, ancestralmente se ven minusválidas
contra la bondad y las bendiciones.
Esta
noche no tengo idea de porque escribo esto, pero algo me mueve a hacerlo, algo más
allá de las evidencias, de las incontrovertibles evidencias de los millones de
personas que salieron a las calles en Venezuela. Más allá del patriotismo y de
los intereses personales, el amar, a una persona, a un país, a la naturaleza o
lo que sea que se ame, siempre traerá mucha positividad, una ecotimia llena de
solaz, de manera que la recomendación es a entender que mientras los malos
gritan, disparan y vociferan cual energúmenos descontrolados, los buenos
alzamos la voz de la razón desde la ley que ciertamente es ciega, pero siempre
llega.
Por
cada ruidosa bomba, siempre hay millones de besos silenciosos.
"Besos con lágrimas de risas" como dijo la cantante colombiana.
ReplyDeleteCiertamente Bernardo.
Mientras el odio se grita, la sinfonía silente de los besos es concierto estruendoso de amor.
Para gritar se abren los ojos y para besar se cierran ; porque en el grito de odio se sale de su y se sale contaminado del interior podrido; mientras que el beso es a lo interno, donde se concentran dos almas en el raptor de una sinfonía.
El odio es egoísta e individual. el beso de amor logra el milagro de transformar la diversidad de dos, en la unidad de uno. algo mas maravilloso que la cuadratura del círculo.
"Besos con lágrimas de risas" como dijo la cantante colombiana.
ReplyDeleteCiertamente Bernardo.
Mientras el odio se grita, la sinfonía silente de los besos es concierto estruendoso de amor.
Para gritar se abren los ojos y para besar se cierran ; porque en el grito de odio se sale de su y se sale contaminado del interior podrido; mientras que el beso es a lo interno, donde se concentran dos almas en el raptor de una sinfonía.
El odio es egoísta e individual. el beso de amor logra el milagro de transformar la diversidad de dos, en la unidad de uno. algo mas maravilloso que la cuadratura del círculo.