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Monday, June 6, 2016

EL AMANTE JAPONÉS


EL AMANTE JAPONÉS

            Como ya la hora de la vejez ha llegado, está cerca, se asoma tímida y a la vez celosa, con frecuencia pienso en el momento en que me retire, me aísle, tal vez me quede sin amigos, sin visitas, sin buenas conversaciones o sin conversaciones porque todas giraran, (si llego a descuidarme), en las pastillas, ungüentos, inyecciones que puedan mantenerme vivo y creo que no quiero eso.

            Lark House es el sitio donde quiero ir, queda en California y tiene tres pisos, yo quiero vivir en el primer piso por varias razones: porque seguramente tendré problemas con mis rodillas y en segundo lugar porque es un asilo de ancianos que me permite salir, tener mi carro, manejar, tener citas clandestinas, comer en buenos restaurantes y seguramente jugar al golf. En el segundo piso están aquellos un poco más limitados, ya requieren de cierta atención, algunos con falencias producto de algún accidente cardiovascular, pero que pueden valerse por sus propios medios y en el tercer piso, donde no quiero llegar, están aquellos condenados a muerte y allí viene la pregunta de todos y para todos: ¿y es que acaso todos no estamos condenados a muerte?

            Alma Belasco estaba en el primer piso y cambió la inmensa casa de la familia acomodada por Lark House, allí pintaba y se compró uno de esos Smart de dos asientos, un carro que parece más ancho que largo y de repente notaban su ausencia, todos los lunes llegaban las gardenias y también cortas misivas firmadas tan solo por “Ichi”

            “El amante japonés” es la más reciente novela de Isabel Allende y se pasea con maestría por el dinero, el odio, la muerte y el amor entre Ichimei Fukuda y Alma Belasco.

            A veces no sé qué pensar de Isabel, le he leído cada letra que publica, cada vez lo hace mejor y no exagero, es una maestra de la adjetivación y siempre desde mis años de lector al terminar uno de sus libros se me hace un vacío, una ausencia llena de incertidumbre, porque sé que ya no estará esta noche conmigo, sus casi cuatrocientas páginas se me hacen cortas y de repente, sin aviso, de sorpresa, se me acaba toda diversión y la vida comienza a ser normal, llena de la burocracia, del tráfico de Miami, de los compromisos sociales a los que no quiero ir. Cuando leo a Isabel no voy a ningún lado que no sea a ese sueño guiado por ella, porque fue Borges quien lo definió así con maestría, “la literatura es un sueño guiado” y también llego a decir “que la lectura es una forma de ser feliz y no se puede obligar a nadie a serlo”

            Ampliamente recomiendo esta obra que ha horadado mi pensamiento, que me ha puesto a pensar en mi muy próxima vejez, que me ha hecho pensar en divertirme más y mejor y en que debemos tener amantes, múltiples, muchas de ellas, que nos acompañen en los días del ocaso.

3 comments:

  1. Pondré el mayor esfuerzo en conseguirlo para poder disfrutar de ese sueño guiado

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  2. Epale compadre naval, deberias leerte la saga del capitan Alatriste de Arturo Perez-Reverte. Vas a tener un tiempo muy entretenido en la Europa de Felipe IV con un viejo soldado/mercenario del Tercio de Cartagena

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  3. Amigo mió viejo el viento, y todavía sopla, un abrazo

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