SÓLO EN
MIAMI
¿Cómo
explicarlo?
Ya
la meca de los grandes artistas, no es New York, aquí estamos todos y nos
sentimos privilegiados, somos de aquí, de la ciudad del sol, donde las palmas
reales vinieron a quedarse y a servir como símbolo de la ciudad, como nosotros.
Es
aquí donde confluimos los colombianos, argentinos y uruguayos. Es una ciudad
andina sin montanas o podríamos preguntárselo a los peruanos como Jaime Bayly
que también es de aquí, unos andes sin nieve, pero con paraguayos y
venezolanos, pero también es caribe, ¡mucho caribe!. Sus playas son ahora mías
y creo que siempre lo fueron, porque esta ciudad se nos mete dentro, se nos parece
y nos sonríe con esa gratitud, cuando deberíamos ser nosotros los agradecidos.
Una península que costó $25.000 para anexarla como territorio a los Estados
Unidos, llena de caimanes y pantanos que reclaman sus aguas de vez en cuando y
son encontrados nadando en las piscinas de las mansiones.
Una
vez escribí como sátira a los inventos y desvaríos lingüísticos de Maduro que
los mayas son de Mayami y probablemente
tenga razón, porque todos somos de aquí y ayer cuando coordinaba la misa por el
alma de mi Padre, un venezolano me dijo en la iglesia, que es devoto de la
Virgen de la Caridad del Cobre y que algún día iría al Cobre en Cuba a
visitarla.
Son
playas sin la plaza Flores de Puerto cabello, pero son bellas, son las que
tengo y que disfruto. Aquí comencé de nuevo y me ha arrullado para escribir y
me reinventó y conseguí afectos sin olvidar los de mi país. Es opulenta pero a
la vez sencilla y sabia, porque no me permite confundir la fama con el
prestigio ni la riqueza con la prosperidad, como lo dijera Don Julio, gran
diferencia es que distrae a los ilusos hasta que se consiguen con Miami
hablando español en suelo americano, con olor a la yerba buena del mojito
cubano o al agua miel o más parecido aun a nuestras costumbres cuasi
ancestrales, al agua de papelón con limón.
Compre
su carro sin crédito, escoja su casa entre miles, trabaje (eso sí) mucho y
entienda que nada es gratis, inclusive el amor de la ciudad.
En
Fort Myers desayunando en un típico restaurant de playa la dependiente como
suele ocurrir se me acercó para preguntar por la calidad de la comida y nos preguntó
de dónde éramos y sin dudarlo, sin pensarlo siquiera contestamos: ¡DE MIAMI!
El
problema está en escoger el casabe por ejemplo, porque encontraremos al menos
cinco diferentes marcas de diferentes países latinoamericanos, porque harina
precocida de maíz (harina pan) es fácil y obligatorio para los inmensos
supermercados, dotados con exageración como solo se hace en Miami.
Aquí
se huele prosperidad, diversión, pecado también, pero sosiego y paz,
patriotismo sin fanatismo, se sirven sonrisas lejos de envidias y todos los que
logramos adaptarnos y entender el sistema holístico, el ecosistema común, somos
sumamente felices y contestes con los dos mundos que conocemos y amamos y: ¿me
van a decir que el socialismo es el camino?
muy bueno amigo, muy de acuerdo
ReplyDeleteNi por el carajo...
ReplyDeleteExcelente!!!!!!!!!!!!!!!!!
ReplyDeleteme gustò, y me perito decirte que te faltò algo.....el sentimento de SEGURIDAD PERSONAL que trasmite e internalizamos sin darnos cuenta y hacemos lo que hacemos...ALLA, donde tu estàs, en cualeuier momento del dia o la noche, sin temor a perder la vida por causa de algun inescrupuloso
ReplyDeleteCompletamente de acuerdo con lo expresado Bernardo. Muy acertado
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