ATERRIZAJE FORZOSO

ATERRIZAJE FORZOSO

            A esa cumbre de defensores de los derechos, de paladines de la dignidad, de honorables Quijotes de la humanidad allá en el querido Méjico, fue a dar el nuestro.

            Al llegar al aeropuerto junto a sus adláteres (porque revolucionario que se respete va con su representación de pueblo), el funcionario de aduana pregunto: ¿Usted es Tarek el que? Y el fisicoculturista respondió orgulloso: Tarek William Saab,  ¡el poeta de la revolución!.

            Funcionarios de aduanas lo aislaron de inmediato, mientras vociferaba, se negaba sin muchas ganas, argüía que esto es una violación a sus derechos, a los derechos que él defiende menos para Leopoldo López y los políticos presos que no son presos políticos.

            En el cuartico infame, se entera que hay una orden de restricción del FBI, el inefable Bureau de Inteligencia Federal de los Estados Unidos como orden de INTERPOL y el silicón en la boca le temblaba. Explicó sin que nadie le preguntara que no era culpable de las células de Hezbolla en el Estado Anzoátegui, que esa gente había venido de Margarita, que la habían mandado como una orden a sus territorios, que la foto del pasaporte no se le parece porque se ha hecho múltiples cirugías plásticas.

            Luego de determinar que no es fácil llamarse Tarek y pasar desapercibido, luego de asegurar que él no es terrorista ni está inmiscuido en el negocio del tráfico de narcóticos, que él es un hombre decente,   que su cambio físico es producto del embellecimiento, se acordó de Tarek El Aissami y se percató que la cosa probablemente no era con él y se hizo el ofendido. Buena táctica, para intentar sin mucho éxito  sortear la vergüenza.

            Como suele suceder, le comunicaron con una periodista revolucionaria y de inmediato pasó a ser el agredido, que él es Venezuela, que el país debe ser respetado, que esto es injusto, que otra vez Estados Unidos,  ¿hasta cuándo tanta ofensa? Que ¿Cómo es posible que el Defensor del Pueblo venezolano que va a asistir a una reunión de defensores de derechos sea detenido por una orden de INTERPOL?,  ¡nos tratan como delincuentes y esto es inaceptable!

            Nada de lo predicho amigo lector es importante. Lo verdaderamente importante es el mensaje a estos saqueadores que ahora se saben perseguidos y vigilados, se saben presos en su revolución que no es tal y probablemente tendrán que salir del país en algún momento cuando ya no les aguanten más, de manera que, más que estar preso, la sensación de poder estarlo y a nivel internacional donde no podrán manipular el sistema de justicia, pareciera al menos aterrador. Me sigo divirtiendo con estas novelas puntuales que nos indican que la cosa va por buen camino, mientras los terroristas comentan lo cerca que les cayó la bomba esta vez a sabiendas que el mundo libre y democrático afina la puntería para el próximo impacto.

            Tarek William Saab, llegó a Méjico y todavía debe estar asustado de este terrible aterrizaje forzoso que seguramente le conminará a no montar nunca más en avión.