EL SÍNDROME
DE AMOK
Trescientos
cincuenta millones de almas y quinientos millones de armas, solo la “L” separa
ambas palabras.
Todavía
no se terminan de hacer las investigaciones correspondientes del último tiroteo
y ya hay otro con diez muertos y un número indeterminado de heridos para este
momento que escribo y decimos con cierta responsabilidad que es indeterminado
porque hay heridas que no se ven, pero que se sienten, heridas que producen
miedos incontrolables y abren huecos en la psiquis.
Si
fuéramos a una gran farmacia como CVS o Walgreens, llegáramos al dependiente de
las medicinas y pidiéramos una inyectadora (o jeringuilla), o mejor aún, pidiéramos
Valium para tranquilizarnos o algún antibiótico que pudiera paliar de una vez
por todas alguna afección gripal, el farmaceuta entraría en pánico, pero antes
de llamar a la policía le distraería para darles tiempo a llegar y arrestarle,
porque es Usted un potencial drogadicto que seguramente inyectará heroína en su
vena, un drogadicto que espera tomar la nota correspondiente con el poderoso
Valium o un loco susceptible de atentar contra su salud con antibióticos, le
exigiría un récipe médico que leería con atención para certificar su validez,
en cambio, en una feria de armas, tan solo con su licencia de conducir (que no
tiene que estar válida) para los efectos terroríficos de la compra de armas sin
control, lo único que necesitaría es el dinero (negociable) que exige, el
seguramente quebrado vendedor que requiere de efectivo para pagar la luz de su
casa.
Probablemente,
sea el control de la venta de las armas parte de la solución, ¡pero no toda! Y ahora le ruego que preste atención.
Como
es de esperar, el gatillo es accionado por un individuo, que con esos pocos
requisitos para hacerse del instrumento mortal, desconocemos de sus equilibrios
emocionales y psíquicos.
Siempre
rodeado de armas durante mi carrera Naval, jamás me topé con un asesino que
perteneciera a la organización. Seguro estoy que más de uno quería asesinarme,
pero por otros motivos, pero lo cierto es que nunca en casi tres décadas nos
enteramos que alguien tomara un fusil y asesinara a un grupo de sus compañeros de
tripulación, por ejemplo. Parte de esto se debía a un estricto control sobre el
personal naval en cuanto a sus equilibrios, todos sin excepción pasábamos por exámenes
psicotécnicos, por entrevistas frecuentes y las alarmas se encendían cuando era
necesario antes de cualquier incidente. Sanidad naval tomaba las acciones
pertinentes y en más de una oportunidad se daba de baja a alguien con algún tipo
de falencias psicológicas.
El
Presidente Barack Obama acaba de decir lo siguiente: “Somos el único país avanzado
con estas matanzas en pocos meses”
Y
para entender que es una matanza aquí les va: de acuerdo al USA Boureau of Statistics,
“una matanza en un asesinato que involucre a más de cuatro personas en la misma
escena”
Investigando
me he encontrado con la palabra de origen malayo “Amok” que traduce al español:
“atacar y matar con ira ciega” recientemente, tan solo en 1972 el Psiquiatra
Joseph Westmeyer ha dado a conocer el fenómeno del “Síndrome de Amok” como un síndrome
de corte cultural que produce en algunos humanos una explosión incontrolable de
rabia y lo cito textualmente:” consiste en una súbita y espontánea explosión de rabia
salvaje, que hace que la persona afectada corra alocadamente o armada y ataque,
hiera o mate indiscriminadamente a los seres vivos que aparezcan a su paso,
hasta que el sujeto sea inmovilizado o se suicide “ pienso que por allí van los
tiros en el binomio educativo-cultural, en los valores y en la guía de estos jóvenes
(porque todos son jóvenes) inadaptados, egocentristas, narcisos que buscan a
toda costa publicidad creyendo divertido llevar a la vida real el video juego
de los tontos y truncando vidas positivas, agrediendo a familias enteras, a
maestros, ciudadanos de bien y produciendo como es natural, miedo.
El
sistema educativo debe asumir algún tipo de responsabilidad, la Asociación Nacional
del Rifle, los gobiernos federal, estatal y condal igualmente y advertir con
los tiempos correctos sobre los asesinos silentes que sufran del ahora conocido
“Síndrome de Amok” que también la Organización Mundial de la salud ha conceptualizado:
"un episodio aleatorio, aparentemente no provocado, de un comportamiento
asesino o destructor de los demás, seguido de amnesia y/o agotamiento. A menudo
va acompañado de un viraje hacia un comportamiento auto-destructivo, es decir,
de causarse lesiones o amputaciones llegándose hasta el suicidio”
Es
tan antigua esta enfermedad que se determinó por ejemplo, entre los indios
Navajo y con estas características tan terribles ha dejado de ser un problema
de corte cultural como se arguyó al principio, para pasar a ser parte de la
criminología y a mí me parece una excelente idea. Desde 1927 con la muerte de
45 personas en Michigan, sufrimos de estos nada esporádicos embates de locura,
pasando por Texas en 1966 con 17 muertos y podemos seguir pero ya seguramente
han escuchado los recientes casos que no se han detenido desde estos años
prenombrados, de manera que ha llegado el momento de controlar los métodos de
hacerse de un arma y de tratar a los locos que explotan sus frustraciones con
el llamado Síndrome de Amok.
Muy atinado comentario, bien sustentado y no se queda en denuncia , sino que ofrece soluciones válidas, las cuales deberían ser tomadas en cuenta.
ReplyDeleteMuy atinado comentario, bien sustentado y no se queda en denuncia , sino que ofrece soluciones válidas, las cuales deberían ser tomadas en cuenta.
ReplyDeleteSaludos Junior, muy buen analisis y nunca he entendido que ese pais esde su far west cuando los gun men hacian de las suyas, han pasado siglos y todavia ese sindrome que refieres aun esta por ahi y dandole gracias a dios porque sea muy raro e infrecuente, pero siempre latente por la cantidad de armas en poder de los ciudadanos comunes en el sentido que su desarrollo prfesional no tiene que ver como otros con el porte y manejo de armas individuales y/o colectivas, de cacerìa o de guerra, pequeños,medianos, grandes calibres...y desconozco los controles que el estado americano tenga sobre las fabricas, distribuidores, vendedores y demàs, pero despues de lo lamentable del 11s, pareciera que no han terminado de aprender, super estrictos controles en aeropuertos de salida y de llegada, pero que pasa con el ciudadno comun..y ese porte, tenencia y demas que ignoro como se maneja allà...
ReplyDeletenuevamente saludos y lamento el corte de la llamada de hoy, te oìa pero tu a mi no...FELIZ AÑO..