LAS ORACIONES
FUNCIONAN
Con
toda humildad, debo advertirles que este escrito es solo para las mentes
preparadas para entenderlo, sí señor, solo las personas que abran sus mentes y
ablanden sus criterios lo podrán hacer.
Hoy
amaneció en domingo y volví a sonar que era un cura, uno jesuita, rodeado de
alumnos y el Abad me había autorizado a romper las reglas y a escribir lo que
quisiera, desperté a mi esposa y le conté el recurrente sueno y me advirtió
nuevamente que con mi cara de pecador profesional nunca me aceptarían en el
seminario con el que también he soñado, que con mi afición por el sexo jamás habría
aprobado ni el primer año de teología, ¡pero
así son los sueños!
Hace
apenas cuarenta y ocho cortas horas en las redes sociales un ejército de
devotos y también de pecadores posteaban algo que otro había diseñado, todos escribían:
“Oremos por Méjico” en relación a la aproximación del Huracán Patricia a sus
costas pacíficas.
El
mentado Huracán era tan grande y poderoso que CNN lo reportaba como si fuera a
destruir a New York, el más grande de toda la historia de la humanidad , las
fotos satelitales eran impresionantes, se esperaba todo un desastre de
magnitudes jamás pensadas, los destrozos serían inconmensurables, los turistas
evacuados intempestivamente. Llamé a mi primo a Méjico y su amable esposa me
atendió para decirme que nada pasaría que estaban todos orando, que la Virgen
de Guadalupe estaba a cargo.
Yo
también hice una oración por Méjico y pedí clemencia ante las fuerzas
sobrenaturales que habían creado al monstruo que vendría a vengar las afrentas
de la gente en el bello país de Frida Kahlo.
Tenemos
la opción de no creer, libérrima opción humana. Meteorólogos doctos
podrán argüir que lo que ocurrió fue absolutamente natural, que el inmenso
monstruo se topó con las montañas y los valles que le disiparon, pero no les
creo, porque tan solo horas antes las progresiones eran catastróficas y había una
que hasta daba a Patricia la posibilidad de atravesar Méjico, tomar fuerza en
el golfo y llegar a la Florida ¿la recuerdan?
Un
milagro es un evento que se le atribuye a una intervención divina en lugar de
una causa natural y de acuerdo a mi criterio y a la fe que profeso estamos en
presencia de uno.
Nadie,
ni los más preparados y progresistas meteorólogos dieron como posibilidad que
los vientos de doscientas millas por horas, donde el Huracán Wilma parecería
amateur, se disipara al tocar tierra y que sus fuerzas se anularan como por divino
arte , ¡nadie!
Bien
sabemos de la devoción del mejicano, también hemos visto a todos aquellos que
solicitamos la intervención del supremo y pedimos con la humildad
correspondiente que nada pasara y cualquier comunista ateo y escaso podrá
refutar lo que ahora digo, pero hay un hecho incontrovertible: el Huracán
Patricia, el más grande del mundo cedió inesperadamente rompiendo los parámetros
técnicos, pero fortaleciendo los parámetros de la divinidad. ¿Saben qué?, las
oraciones tienen un poder y como hemos visto, FUNCIONAN.
Amén, pero hasta las oraciones son escasas en mi patria Venezuela, donde una peste ideológica nos ha arrasado cual huracán y en más de 15 años ya tienes que hacer colas para conseguir el sagrado sustento, ojalá esas oraciones también nos funcionarán
ReplyDeleteAmén!
ReplyDeleteamèn, yo lo hagoa diario, al levantarme y antes de dormir...no necesito ña presencia de fenomenos naturales...doy gracias dios diempre y le pido por todos los humanod decentes....concluyan por quien ni un padre nuestro...
ReplyDeleteAmén. Ojalá nuestro pueblo se pueda unir en oración por el futuro de Venezuela y se dejen de la lado los sentimientos personalistas
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