GUSTAVO, RELATOS
ERÓTICOS
Con
una narrativa encantadora, el autor describe
con quirúrgica precisión los intercambios de fluidos, en múltiples
encuentros sexuales.
El
sexo es uno de los cuatro intereses del humano y en el caso de esta obra, que
he leído sus 164 páginas en pocas horas, Germán Rodríguez nos ilustra sobre la
grandilocuencia de encuentros, sus inicios y plenitudes, con una o múltiples
damas fogosas, altivas y hasta locas, de manera que mi felicitación al autor, por
cuanto nosotros escribimos las historias que se nos parecen, las historias que
hemos vivido y que paradójicamente en este caso no han sido usadas aun, en
contra del promiscuo autor.
Me
invitó a almorzar y acepté de inmediato en aquella mañana de sábado cuando
estaba terminando mi round de golf, como aburrido que soy y la conversación fue
sin cortes comerciales, sin recesos, sin pausas, con una exclusiva y
apabullante atención de sus familiares. Su socio me convidó un whisky británico
que me vendió como suizo a manera de chanza (sus orígenes son suizos), un licor
sin colorantes, con la cantidad de grados alcohólicos apropiada, de encantador
bouquet, de extrema finura y siendo un blend, (de acuerdo al suizo), superaba
con creces a todos aquellos mundanos whiskis comerciales a los que estamos
acostumbrados los venezolanos. Yo no había articulado palabra alguna, yo estaba
convencido de tomarlo, no tenía ninguna duda, porque ya lo había probado, pero
ante esta antesala, sugerí que lo mejor no era beberlo, sino inyectarlo
directamente en la vena.
GUSTAVO,
RELATOS ERÓTICOS, es un encantador texto que ilustra lo gustoso del sexo con
damas maduras y desinhibidas, de prosa prudente, pero lejos de la mojigatería.
Un libro para adultos y para adúlteros,
de manera que Emma, la mulata principal de la vida sexual de Gustavo, aquella
dama que le inició y explotó con la potencia de un toro la juventud del
personaje, que ocultaba a su Madre la relación que se llevaba a cabo en su
propia casa de habitación, ella fue una maestra de excepción que permitió el
crecimiento carnal, sin traumas absurdos, sin empaches, sin tontas excusas de
la sociedad.
Nos
pasea el autor por el arte de la seducción y nos envuelve en la lentitud de la
sabiduría. Nos persuade de que la prisa es plebeya y poco elegante y que el mejor
sexo apurado, puede esperar a una cita con tiempo.
Germán
Rodríguez Citraro, es un Almirante de la
Armada de Venezuela, pero también es pintor y ha abordado con suma
responsabilidad la diversión de escribir, vive en Galicia, donde se regodea del
arte y lo antiguo y su paradójica personalidad le hace frente a mis ojos un ejemplo de reinvención
de suma importancia en aquello del arte de saber retirarse con dignidad y en el
aprendizaje permanente del saber vivir. Su segundo nombre (Gustavo) pareciera, (bajo inferencia nada
científica) que es el personaje de los sórdidos encuentros, una reminiscencia
autobiográfica que despierta mi envidia y la exponencia a la décima potencia y
no lo oculto ni lo disimulo.
GUSTAVO,
RELATOS ERÓTICOS, es una obra divertida y llena de la sabrosura del pecado.
Lo leeré!!!!
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