LA POLICÍA DEL
PENSAMIENTO
Antes
de enviar a Antonio Ledezma a la cárcel, fue a Cuba a hablar y consultar sobre
el grave problema que heredó y que sin armas intelectuales, sin experiencia política,
mucho menos cultura y arraigo institucional, rodeado de cofrades corruptos y
saqueadores que no le permiten tomar el aire hacia la prosperidad, porque no la
conocen.
Leonardo
Padura, novelista cubano de excepcional talento, ha traído a las ideas, el
concepto de “la policía del pensamiento” y es que de alguna forma, todos
tenemos uno. A veces nuestra formación religiosa lo es, la formación del hogar,
la política e intelectual, se transforman como un monstruo castrante contra el
que debemos luchar, sobre todo los escritores, las personas de los medios, en fin,
todos aquellos libre pensadores, que poseen la capacidad de generar matrices de
opinión y sentido de pensamiento lógico o no.
Otros
mas ramplones poseen la policía que les encierra y que les permite sobrevivir a
la violencia en la Venezuela actual. Se guardan temprano, están en una suerte
de estado de excepción permanente, en una novela de terror que les engulle, les
atemoriza, les corta toda posibilidad de invención, de solás, de felicidad.
Los
periodistas son víctimas de ellos mismos y se autocensuran, guardan las formas
a manera de no molestar al esclavista dueño del medio que les paga con migajas
sus acomodos fáciles y subalternos y otros mas valientes, como el Diario el Nacional,
viven en la jugada de la amenaza del policía que les tortura antes de cometer
el delito de decir la verdad e informar, sin entender (el policía) que todo
medio es de oposición, tiene el deber de serlo, su naturaleza está del lado del
lector y de la comunidad y en contra de la corrupción, de los malos manejos y a
favor de la pluralidad.
Maduro
buscó instrucciones en la psiquis de un individuo complejo como lo es Castro y
las consiguió, sin entender porque, aplicó sin pensar mucho la fórmula de la
represión que ha funcionado por 56 largos años de hambre y frustración y creo
que esto continuará hasta doblegar la capacidad de lucha de todos. Meterá
presos selectivamente a los mas valientes sin fórmula de juicio, sin
burocracia, sin escrúpulos, hasta fijar en la mente de cada venezolano a ese policía
que le estará mirando antes de cometer el terrible delito de pensar diferente.
Yo
conozco a Antonio Ledezma, creo que es una persona cabal, defensor de la
democracia, hemos conversado y su decencia le brota por los poros, ¡pero la valentía también! y podrán junto a
Leopoldo López, (a quien también tengo el honor de conocer), encerrarlo en la
celda de castigo, pero no podrán meter con ellos al policía del pensamiento y
por ello deben aislarlo, porque ese policía no existe, ese policía es de
mentira, es producto del miedo y el odio, que tan solo podrá combatirse con
lógica y amor a un país todo, lleno de personas que en un nada despreciable
proceso educativo de ya 16 años, han aprendido que al policía le gusta el
silencio y la obediencia.
Tokubetsu Kōtō Keisatsu.
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