EL PENSAMIENTO
MÁGICO PENDEJO
Cansado
estoy de las tonterías de mis compatriotas, de todos, con muy ligeras
excepciones. Desde Miami, casi unánimemente me preguntan sobre que va a pasar, ¡como si ya no hubiese pasado suficiente!
Otros mas tontos, les hace falta su país y los que suben el color al
pensamiento mágico pendejo, se remiten a la ley de la atracción y caen en el
decreto de que todo va a pasar, para terminar indefectiblemente frustrados y
enfrentarse con la nueva metida de pata de Maduro.
En
dos oportunidades en mi vida estudiantil universitaria me vi en la obligación de
estudiar lógica, la materia mas antilógica que he cursado, pero volviendo al
tema que nos ocupa, no entienden (mis compatriotas), la lógica delincuencial o
peor aún algunos son cómplices y coparticipes de alimentar al monstruo que se
comió el futuro de ellos, de sus hijos y el de sus nietos, haciendo negocillos
secretos con el régimen, por aquello de que ¡tenemos que comer!
La
competitividad es una enfermedad endémica, tanto, que si no eres el número uno,
el de mas dinero, el que sacó las mejores notas, el mejor calificado, tu propia
familia en silencio te lo pecha.
Otros
mas arriesgados quieren que sus hijos sean el pelotero de grandes ligas que
ellos no pudieron ser, sin preguntarle al pequeño si le gusta el béisbol y no
puedo menos que recordar mis clases de piano a las tres de la tarde todos los miércoles,
que si bien es cierto mi maestra la hacía muy agradable, mi novia de turno
estaba solita en su casa, mientras yo destruía el pentagrama.
Yo
tengo la esperanza de que todo cambiará y yo siempre les pregunto: ¿y porque la
tienes? ¿Qué te hace pensar que esto cambiará sin entender la lógica de los
comunistas, sin haber estudiado el “Manifiesto Comunista” “El arte de la guerra”
o a “Los Miserables”?
Yo
no puedo ser un basquetbolista, porque tan solo mido 1.76 metros, tampoco puedo
cantar ópera con esta voz, ya les dije que estudié piano y no lo aprendí, y
entonces debo preguntarles: ¿Qué les hace pensar que un chofer de autobús como
Maduro, sin currículo sino con prontuario policial y pasado delincuencial, se comportará
como un estadista? Pueden acudir sin éxito a la ley de la atracción y desear en
su pensamiento mágico pendejo que mañana al despertar Venezuela será próspera,
sin entender que el problema es que en el país viven demasiados venezolanos. Solo
él (Maduro) chocará el autobús, porque no pueden pensar que desertará, por una razón
lógica: ¡no tiene a donde ir que no sea la cárcel!
Un
mediocre como Hugo Chávez, umbilicó sobre los inteligentes, que creo no eran
tal y siendo el dueño del manicomio, al morir se soltaron los locos, mientras
sin un ápice de pragmatismo, quieren una solución cosmética de algún militar
que les resuelva el problema, sin estar dispuestos ellos mismos a cambiar.
Me gusta este artículo, comulgo con él. Ese pensamiento mágico pendejo (me gusta el término) lo apunto a la creencia de que todo depende de los demás y no de mí como individuo. A esa ingenua religiosidad de que todo depende de Dios y de los santos, vírgenes, ángeles y demás seres celestiales (el tiempo de Dios es perfecto), muchos usan esa frase que elimina y pospone cualquier acción. No me jodas sentémonos a esperar de que las cosas cambien por sí solas. Nos saldrán canas y arrugas.
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